Leo -sin sorpresa- en el Financial Times que Conrad Black, un magnate de los medios de comunicación acusado de desviar recursos de la compañía que él mismo creó en los 90's: Hollinger International, fue sentenciado a seis años y medio de prisión por la juez Amy St Eve.
Dicha juez se dirigió al acusado de la siguiente forma: "No puedo entender como alguien de su estatura se pudo comprometer en conductas de la forma en que usted lo hizo y poner todo en riesgo." En este país, sentenció, nadie está por encima de la ley.
La semana pasada, en México, fue exculpado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación el gobernador de Puebla, Mario Marín. Después de haber ejercido todo el aparato del poder público en contra de una periodista. Después de haber sido evidenciado en televisión nacional. Después de las protestas de cientos de poblanos. Después del encubrimiento de Marín por su partido: el PRI.
Queda claro que en México, la complicidad está por encima de la ley.
¿Cuándo tendremos jueces como Amy St. Eve?
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1 comment:
yo opino que después de un mes sin actividad un blog debería darse por muerto y ser eliminado de las listas de favoritos de todos sus lectores....
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