Monday, December 03, 2007

El arte de perturbar

Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, perturbar significa trastornar el orden y concierto, o la quietud y el sosiego de algo o de alguien. En la práctica, utilizamos esta palabra para referirnos generalmente a alguien con alguna inquietud sexual que consideramos "fuera de la norma" (whatever "la norma" means).

Como muchas otras, la palabra es abusada por nuestro lenguaje coloquial. Trastornar la quietud o el sosiego tiene un significado mucho más profundo que aquél que le otorgamos en la cotidianeidad.

Hace poco menos de un mes, a propósito de la exposición del "The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living" de Damien Hirst en el Moma, encontré en la red -por azares del googleo- la obra de un artista realmente perturbador. Su nombre es Hermann Nitsch y pertenece a un grupo de artistas radicales conocido como el Accionismo Vienés.

En el más puro estilo dionisíaco, el arte de Nitsch combina teatro, música y pintura en algo que se asemeja muchísimo a lo que nos podemos imaginar como los rituales religiosos antiguos. Según la wikipedia, desarrolló el concepto de la Orgen Mysterien Theater (Teatro de Orgías y Misterios), una especie de proyecto en el que sus ideas se fundían para dar lugar a “acciones” colectivas donde se exploraban de manera profunda y fiel las raíces y la fuerza del ritualismo antiguo, lo que ocasionaba que a veces se llevasen a cabo sacrificios a animales.

Su obra cumbre es la "acción" número 100 de 1998. Realizada en Prinzendorf, un castillo barroco con viñedos y trigales como fondo, la "acción" duró 6 días y noches. Aquí se mezcla algo que parecen rituales religiosos antiguos, con sangre animal (mucha sangre), vísceras, cuerpos desnudos, harta vid y música espeluznante. Una combinación tan repulsiva como atractiva. Al observarla, uno desea -por un lado- dejar de mirar; pero por otro, desearía uno estar ahí, ser partícipe de esa histeria colectiva, de ese rito dionisíaco de abandono de la razón, del éxtasis en su forma más perturbante.

Insisto en el abuso de la palabra perturbar; e insisto también, en que por primera vez la utilizo adecuadamente al decir que no he visto ni escuchado nada que se le iguale en mi corta vida.

El arte de perturbar de Nitsch es a la vez erótico, sublime y repulsivo.... pero no me crean a mí y juzguen por ustedes mismos.

Aquí un ejemplo de la obra antes mencionada. En el día 3: Día de Dionisio.

2 comments:

Anonymous said...

Según yo lo perturbador tiene mucho que ver con lo que nos saca de nuestro marco de comodidad.

Por ejemplo a mi me conforta saber que hay gente de mejor calidad moral que yo en este mundo que se preocupa por la desigualdad, y por eso la foto de la madre Teresa se me hace muy perturbadora (a pesar de no ser católica).

El video de este hombre simplemente se me hace desagradable.

Aqui ando pero ya no me ves said...

Prefiero el Arte de Masturbar! jajaja Nice Pic!!