Tuesday, October 30, 2007

La virgen

Para Nil, obviamente


"¿Has pensado alguna vez como es qe Mafalda terminó perdiendo su virginidad?

Posiblemente haya sido con Felipito, ¿no? El pobre chico seguramente se habrá venido en menos de un minuto, después de haber susurrado a Mafalda fantasías sucísimas involucrando al Llanero Solitario. Tras el fracaso, Mafalda habría discurrido en un monólogo feminista, haciendo qe el precoz Felipito se sonrojara hasta morir."
Tomo el texto de un divertido blog, en el cual recomiendo procastinar: Guso punto com

Monday, October 29, 2007

Holding the collective breath

El pasado 16 de octubre, el Nobel James Watson (co-descubridor de la hélice del ADN), se metió en problemas por hacer afirmaciones racistas que conmocionaron al mundo científico.
No hay cómo defenderlo, pues el anciano dijo:

"Western policies towards African countries are wrongly based on an assumption that black people are as clever as their white counterparts when "testing" suggested the contrary. "

Además,
"... claimed genes responsible for creating differences in human intelligence could be found within a decade."

El dicho de Watson es, a secas, una soberana pendejada (aquí el artículo de The Independent). Pero si quieren una refutación mas o menos científica a sus dichos, he aquí.

La "soberana pendejada" de Watson, me hizo pensar en otra persona ocurrente y para la cual es difícil cerrar la boca. Así, les presento mi propuesta de convergencia (al estilo de las convergencias de Guillermo, quien me ha llamado tonto -no sin razón.)




Termina el artículo de The Independent:

"To many in the scientific community, Watson has long been something of a wild man, and his colleagues tend to hold their collective breath whenever he veers from the script."

Pues resulta que Watson tiene toda una colección de "frases célebres":

"In 1997, he told a British newspaper that a woman should have the right to abort her unborn child if tests could determine it would be homosexual."

"He has also suggested a link between skin colour and sex drive, positing the theory that black people have higher libidos, and argued in favour of genetic screening and engineering on the basis that " stupidity" could one day be cured"

De Vicente Fox, no es necesario transcribir ninguna colección, pues están (valga la redundancia) en la memoria colectiva.

Nota al pie: La comunidad científica reprobó categóricamente las palabras de Watson, y lo más probable es que pierda su empleo actual. A Fox, ¿quien lo corre?

Thursday, October 25, 2007

Asumir las consecuencias

Mi madre siempre lo dijo (y dice):

"Alejandro, hay que asumir las consecuencias de nuestros actos"

... y heme aquí...

Las afortunadas

En un capítulo de Friends, Ross y Rachel (cuando son pareja) deciden hacer una lista de celebridades con las cuales podrían tener sexo "con la venia del otro".

A pesar de que me haré acreedor a un poco cordial reclamo, he decidido adelantarme con mi lista. No me pareció justo hacer sólo una, así que en realidad son 2:

NACIONAL
1. Fernanda Solórzano
2. Fernanda Solórzano (si, otra vez)
3. Irene Azuela
4. Cecilia Suárez
5. Ludwika Paleta

INTERNACIONAL
1. Natalie Portman (aquí iría Katie Holmes, pero... seamos realistas!!)
2. Kate Moss
3. Sidse Babett Knudsen
4. Monica Belluci
5. Jodie Foster

Thursday, October 18, 2007

Perdón por la melcocha, pero a veces me pongo así

De vuelta por el blog de la jocosa Paula Bourges un ingenioso post titulado "The calculus of saying "I love you" de Anna Gosline.

Esta vez les haré la chamba y lo transcribo.

"Two weekends ago I was visiting a dear friend in New England. She has just started a postdoctoral fellowship in Chemistry at an Ivy League University. She has also just started dating an engineering doctoral student at said ILU. They are very smitten. It was disgusting.
During one of their goodbye smooch sessions (while I was attempting to melt beneath the floorboards on my way out the door), my dear friend, let’s call her Judy, accidentally said “I love you” to the Engineer.

This was cause for great distress and she immediately “took it back.”
A few days later, consumed by the saying, taking back, and woefully lack of saying and taking back in return, Judy broached the subject with the Engineer (I was thankfully hanging out with my 21-year old cousin, who attends a nearby Liberal Arts University).

The Engineer, delightful and rational fellow that he is, made it clear that he would not be saying “I love you” until he was sure. Otherwise, he might waste this very important statement by saying it too early in the relationship, when his love was still growing rapidly, thereby taking away the significance in later weeks/months when his love was much, much greater.

Judy, obviously disappointed by this response, pressed and asked WHEN exactly that would be. His response: when dLove/dt = zero."


El artículo me recuerda algo que léi recientemente en el blog de el prometedor escritor (ya publica en Ciudad, del periódico Reforma) Guillermo Nuñez. Aquí su post sobre Expression Theory.

Tiene razón Guillermo, "es increíble como los analíticos le quitan la carnita a todo".

Y la carnita más sabrosa de la vida, es escuchar un vil e insignificante: Moi aussi.

Tuesday, October 16, 2007

Preguntas inocentes



Por azares del destino llego al jocoso blog de Paula Bourges-Waldegg quien escribió el pasado 12 de octubre 10 formas lícitas para perder el tiempo en la oficina.


Resalta, dentro de ese post, la liga a este sitio: Easy Mac Micro Maniac. Recomiendo que vaya usted, distraído lector, y husmee el sitio.

Ahí encontrará la respuesta a las interrogantes de su infancia relacionadas con el horno microondas. ¿Cuáles? Por ejemplo, ¿qué pasa si metes un cartón con huevos, o una bolsa de malvaviscos, o un jabón, o un jitomate, o unos crayones, o unas lucecitas de navidad al horno microondas?

Perdón, ¿acaso nadie se lo había preguntado?

La foto es de Ferdinando Scianna, 1987

Monday, October 15, 2007

Luz silenciosa

Releo en letras libres la entrevista que, en enero de 2004 le hiciera Vicente Molina Foix a Susan Sontag; 11 meses antes de su muerte. Regreso al texto, a propósito de una frase de Carlos Reygadas, publicada en su conversación con Fernanda Solórzano (Ohhh, Fernanda Solórzano) con motivo de su última película Stellet licht.

Lo que me recuerda a Sontag, es cuando FS le pregunta: ¿Para quién haces cine? y CR responde: "Para los espectadores que les guste mi cine. Se supone que las películas se hacen para el mayor número de espectadores posible. Yo no lo veo así."

En 2004, Sontag respondió: "No hay que quejarse diciendo "No es popular", o "La gente no lo va a entender". Haz tu trabajo de la mejor forma posible, y encontrará su público. Así es como lo veo, ya te dediques al cine, a la literatura o a lo que sea. Este lamento me parece absurdo. Si tu trabajo es bueno, encontrará su lugar." (El lamento al que se refiere, es el lloriqueo de los creadores no apreciados, quienes se quejan de no llenar las salas de cine durante meses o publicar libros que lean más de un millón de personas.)

Siempre es grato toparse con gente -del gremio que sea- que sepa quien es, qué quiere y cómo lo quiere y que, además, disfrute su quehacer.

Reygadas hace películas porque le gusta.
Dice: "Yo hago películas cien por ciento para el público, pero conforme a mi propio gusto y condiciones". Y, antes de su discusión con Solórzano (Ohhhh, Solórzano), "... me gusta filmar personas y lugares poderosos, porque así, aunque seas mediocre o la película te salga mal, por lo menos estás viendo algo interesante."

Reygadas me parece un cineasta intimista, silencioso. (alguien más lo ha dicho mejor que yo antes). Desde su estética hasta sus personajes. No es necesario gritar, para sentir dolor; y Reygadas lo entiende bien.

... Y lo filma mejor.

Thursday, October 11, 2007

216 tazas de baño



Gracias a Adriana Degetau (a quien no conozco, pero leo de vez en cuando) llego a este pequeño test que indica que la cantidad de gérmenes existentes en mi teclado, es equivalente a los que existen en 216 asientos de baño.

No es cualquier cosa, esto de los gérmenes. Pero tal vez no está tan mal. El dato no especifica si mi teclado es como 216 asientos de baño recién lavados, o recién usados, o apestosos, o manchados, o como el asiento de baño más sucio de Escocia filmado por Danny Boyle. Lo único que sé es que escribir este texto, es similar a pasar mis manos por 216 asientos de baño.

En realidad, creo que nunca he estado en 216 asientos de baño. Al menos -y de eso si estoy seguro- no me he sentado en 216. A lo mucho serán unos 30, pues antes no cagaba más que en el baño de mi casa (y en el de arriba, no en el de abajo... que era de uso exclusivo de mi madre).

A partir de ahora, no me preocuparé por tapizar con papel sanitario el asiento, ni por "hacer de aguilita"... total, los gérmenes ya están en mis manos. Qué mas da!

Wednesday, October 10, 2007

Please fly here at the speed of light

Gracias al Chuy llego a un texto de Oliver Sacks en el New Yorker. "The Abyss" relata la conmovedora historia de Clive Wearing, un hombre con una memoria de tan sólo unos segundos de duración, un devaneo entre el abismo de la amnesia y "las riendas que caen del cielo para sacarlo de él": su esposa y la música.

Clive no es capaz de mantener una conversación, pues olvida lo que escuchó o mencionó hace 5 segundos, tampoco puede saber cuáles son sus platillos favoritos o recordar una lectura o su pasado. Ni siquiera es consciente de no tener memoria. No es suficiente lo que pueda yo decir de Clive o del texto, es mejor remitirse a él directamente.

La memoria, una de mis obsesiones personales -literarias y no literarias- es, en palabras de Cortázar, una telaraña que teje una araña caprichosa, que decide arbitrariamente qué olvidar, qué recordar, qué reconstruir o qué inventar. Clive no puede hacer ninguna de las cuatro. Y eso es absolutamente desolador.

Breves extractos desgarradores del texto:

"Desperate to hold on to something, to gain some purchase, Clive started to keep a journal, first on scraps of paper, then in a notebook. But his journal entries consisted, essentially, of the statements “I am awake” or “I am conscious,” entered again and again every few minutes. He would write: “2:10 P.M: This time properly awake. . . . 2:14 P.M: this time finally awake. . . . 2:35 P.M: this time completely awake,” along with negations of these statements: “At 9:40 P.M. I awoke for the first time, despite my previous claims.” This in turn was crossed out, followed by “I was fully conscious at 10:35 P.M., and awake for the first time in many, many weeks.” This in turn was cancelled out by the next entry." (p.1)

Clive said at one point, “Can you imagine one night five years long? No dreaming, no waking, no touch, no taste, no smell, no sight, no sound, no hearing, nothing at all. It’s like being dead. I came to the conclusion that I was dead.” (p.2)

"The only times of feeling alive were when Deborah visited him. But the moment she left, he was desperate once again, and by the time she got home, ten or fifteen minutes later, she would find repeated messages from him on her answering machine: “Please come and see me, darling—it’s been ages since I’ve seen you. Please fly here at the speed of light.” (p.2)
"As Deborah put it: Clive was constantly surrounded by strangers in a strange place, with no knowledge of where he was or what had happened to him. To catch sight of me was always a massive relief—to know that he was not alone, that I still cared, that I loved him, that I was there. Clive was terrified all the time. But I was his life, I was his lifeline. Every time he saw me, he would run to me, fall on me, sobbing, clinging." (p.5)