Thursday, December 21, 2006

Fiestas Navideñas



Uno nunca termina de entender la Navidad.

... Salvo cuando eres cristiano. Entonces la Navidad adquiere un significado real. No aquél que tiene que ver con un niño, y unas vacas, y unos ángeles, y un pesebre. No.

Me refiero a aquél reproche con el mundo. El que tiene que ver con que "hemos perdido el verdadero significado de la Navidad".

El verdadero significado de la Navidad, cuando se es cristiano, es el del reproche, el de la presunción de sentir que se sabe algo que los demás no. El sentimiento de creer que uno tiene la verdad cuando los demás se equivocan.

Cuando por razones irrelevantes se ha dejado de ser cristiano, esa certeza se ha perdido. La Navidad es, entonces, como un Santa Claus en el metro. Uno no entiende qué hace ahí, o para qué sirve, o adónde va. Tan sólo sientes otros cuerpos apretujados con el tuyo. La incertidumbre del viaje. La pesadez del traje. La irrelevancia de la identidad.

... Hasta que algún pequeño se acerca y te sonríe.

Thursday, December 14, 2006

Little Miss Sunshine

Imagine el despistado lector una familia en la que el padre es un “vendedor de éxito”; una especie de Miguel Ángel Cornejo amateur que lleva sus 9 puntos para alcanzar el éxito a cada área y persona de su vida. El abuelo es un auténtico renegado, adicto a la cocaína, recién expulsado de su asilo por mala conducta, cuyo único consejo es: “Cogerse a muchas mujeres. No sólo a una, a muchas, y mejor sin son adolescentes”. El hijo mayor, lector de Nietzsche, lleva 9 meses sin hablar. El tío, el mejor académico de los Estados Unidos, especialista en Proust, recién dejado por su novio y desbancado al segundo lugar nacional por el nuevo amante de su ex, llega a casa después de un intento fallido de suicidio. La madre, ordinaria y soñadora, como son las madres dedicadas al hogar. Finalmente, la hija menor –Olive-, una niña con aires de belleza que sólo su candidez e ingenuidad le hacen soñar con un premio nacional de belleza.

Ahora imagine a este cocktail de personajes con un solo fin en mente: llegar a tiempo a la competencia nacional de bellezas infantiles en California para que Olive pueda hacer el show que su abuelo le ha enseñado en secreto. El transporte: una van VW amarilla, que sólo arranca en tercera, con el claxon descompuesto y una puerta a medio caer.

El resultado, como no es difícil imaginar, es hilarante. Little Miss Sunshine es una de las mejores comedias del año. Es una comedia inteligente, crítica, coherente, sin aspiraciones moralinas ni sensiblerías cursis.

Al final, Little Miss Sunshine es una película que nos hace reírnos de la insatisfacción contemporánea, donde ni la belleza, ni las drogas, ni la ética del éxito, ni Nietzsche, ni los valores familiares, ni los libros llenan el vacío de nuestra generación. Esa es la gran virtud de la película, regodearse del desazón y la pesadumbre. Robar una sonrisa, en lugar de una lágrima.

Tuesday, December 05, 2006

Reivindicación de la mentira

La mentira goza de pésima reputación en nuestra sociedad. Como el cáncer, las enfermedades venéreas o el mal aliento, la mentira suele ser crónica, vergonzante y apestosa. No obstante, tanto en las parejas, como en los trabajos, y en general, en nuestra vida cotidiana, la mentira está presente todo el tiempo.

Así, al ser cuestionados por nuestras demoras, no respondemos -con honestidad- que nos dio flojera levantarnos; sino que había mucho tráfico. Acostumbramos decir a nuestros padres que vamos a fiestas cuando en realidad dormimos en moteles. Y después, cuando nuestra pareja nos pregunta qué tal dormimos, no respondemos diciendo que terrible por que su presencia encimosa nos impidió descansar; simplemente sonreímos y decimos cariñosamente que muy bien. O cuántas veces no hemos reclamado la garantía de algún producto por supuestas fallas del fabricante que, de antemano, sabemos que nosotros provocamos.

Tal vez la iglesia católica (así, con minúsculas) no ha hecho mal en clasificar a la mentira como un pecado venial. Después de todo, ¿qué hay de malo en decir a un niño que Santa Claus si existe? ¿o que el ratón se lleva su diente y le recompensa con dinero? El pecado, en este caso, no es la mentira, sino la verdad. ¿Puede algún lector despistado imaginar la cara de su padre/madre al decirle que no llegará porque pasará la noche en un motel con su pareja? Y, después de pasada la noche, ¿puede imaginar el desencanto del amante al expresar su insatisfacción nocturna?

La mentira no sólo se encuentra presente en nuestra vida. La sostiene. Imagine, nuevamente, el lector ¡cuántos niños crecerían frustrados si no fuese por ella, cuántos padres desilusionados andarían por la vida, cuántas parejas habrían terminado por culpa de la honestidad y cuántos amantes se habrían quitado la vida!

Mucho tiempo me he preciado de ser un hombre honesto. Incluso ha habido personas a las que lo único que les he prometido es honestidad. Pero ahora creo que la mentira debe ser revalorada.

Por lo pronto, para los policias de la entrada del IFE, soy Licenciado. ¡Para qué desilusionarlos!

Friday, November 17, 2006

Tal vez la seriedad no es lo mío

Seamos sinceros. No es posible determinar si a la juventud mexicana le interesa la política o no. Tampoco si se trata de una juventud informada o no. Aún más difícil resulta saber si debería serlo e interesarse por la política o si la indiferencia por los asuntos públicos nos llevará a buen término.

Definir a la juventud a través de una simple distinción generacional es baladí. Nunca antes se había reflejado con tal claridad la diversidad de nuestra sociedad. Hoy, como nunca, es necesario deshacernos de la ilusión de las homogeneidades nacionales o generacionales. En 2006, las categorías previas no nos alcanzan para entender nuestro entorno y nuestra sociedad, por esto debemos tanto recuperar viejos como generar nuevos elementos y estrategias que nos lleven a la reflexión, a profundizar, a mirar más allá de lo evidente. Aqui deseo argumentar a favor del periodismo de investigación como una forma de acercarse a la voluntad ciudadana. La investigación de campo, la entrevista, la contextualización, son elementos que encuentro útiles para subsanar las deficiencias de la forma en como, tanto los medios como los políticos, han decidido acercarse a la sociedad.

Sondeos y encuestas: la novedad fotográfica
La voluntad ciudadana es un tema especialmente importante para la democracia y, sin embargo, aún no tenemos herramientas suficientes para generalizar desde un punto de vista objetivo las percepciones de la sociedad. Se podrá argumentar que las elecciones son el reflejo más fiel de la voluntad ciudadana, pero el alto porcentaje de votos nulos, la baja participación, la falta de información, la apatía y el hartazgo que provocan los procesos electorales ponen en jaque tal argumentación.

Además de las elecciones, la ruta más común para lidiar con los deseos ciudadanos han sido las encuestas, que gozan, con todo y sus limitaciones, de gran reputación. No importa que una buena parte haya errado los resultados de la elección presidencial (tanto en 2000 como en 2006). Tampoco importa que los encuestólogos nos adviertan una y mil veces sobre las reservas de sus hallazgos. Las encuestas definen políticas públicas, campañas, alianzas, acuerdos y carreras políticas. La labor de análisis del discurso, de interpretación de símbolos y gestos públicos ha cedido su lugar al diseño de cuestionarios, la estadística y los conteos. Intelectuales y periodistas han sido reemplazados por viñetas y gráficas de barras.
Vuelvo a la sinceridad: los sondeos y las encuestas reflejan únicamente lo que el encuestador decide preguntar. Verdad de Perogrullo, no obstante, vale la pena tenerla en mente. Las encuestas no expresan lo que los jóvenes, las mujeres o los mexicanos piensan, sino la opción que escogen dentro de las que el encuestador presenta.

Lejos estoy de sugerir la desaparición de las encuestas, o de implicar su invalidez, tan solo deseo evidenciar sus limitaciones para hablar en nombre de un colectivo creado en forma artificial. Las encuestas sirven únicamente como una aproximación al tema de la voluntad ciudadana. Hasta ahí. No son capaces de explicar conductas, ni distinguen al interior de sus categorías. Son -como sus creadores lo afirman- una fotografía. Y yo agregaría: de baja resolución, sin zoom y a blanco y negro.

El periodismo como tienda de souvenirs
El periodismo de investigación puede subsanar las carencias del método de las encuestas. Al contrario de los cuestionarios diseñados desde el escritorio, la entrevista a profundidad es capaz de matizar y contextualizar las opiniones del entrevistado. No hablo aquí del periodismo simplón, aquél que anda en busca de la nota bien pagada, de la declaración estridente o la fotografía impactante. Me refiero al periodismo serio, que va mas allá de la coyuntura y busca contribuir al conocimiento de nosotros mismos como sociedad. Debido a sus características esenciales, a través del periodismo de investigación las expresiones de la sociedad pasan de ser un simple si o no, a razones (bien o mal, no importa) fundamentadas, que afinan nuestro conocimiento de los conflictos y necesidades de la población. Si las encuestas son una fotografía de baja resolución, sin zoom y a blanco y negro. El periodismo es un souvenir típico, con relieves, colores y formas diversas.

Para testificar lo anterior me valgo de un ejemplo. La Asamblea Informativa Permanente dirigida por Andrés Manuel López Obrador, conocida también como el ‘plantón’ de Reforma, dividió a la sociedad capitalina. Se estaba a favor o en contra. Azul o amarillo. Pacífico o violento. Fresa o naco. Trabajador o flojo. Sin gamas ni tonos intermedios. Los grupos, principalmente aquel situado en avenida Reforma, daban una sensación de homogeneidad. Los medios y las encuestas le dieron ese tratamiento y contribuyeron a la polarización en torno al tema. Sin embargo, no todo es tan simple.

La noche del 14 de septiembre visité varios de los campamentos del plantón en Reforma. Debido a que esa misma noche se retiraban del lugar, el ambiente era de fiesta. La música, el baile, las sonrisas, la cerveza y las mantas recogidas daban una combinación de nostalgia y alegría a los ocupantes de la avenida. Ante tal escenario, me dediqué a cuestionar a los jóvenes sobre sus expectativas iniciales, su percepción de la organización y el desarrollo del movimiento, así como la motivación que los llevó a instalarse en tan incómodo refugio y las formas de su participación.

Los medios, los políticos y la sociedad en general se encargaron de encerrar en pocas opiniones a un fragmento importantísimo del movimiento: la juventud. Los jóvenes habitantes de reforma fueron, de manera automática: huevones, irresponsables, viciosos, desocupados, escoria, y muchas cosas más que les gritaron desde los automóviles detenidos por el tránsito. Mi testimonio prueba lo contrario. Las opiniones aisladas y diferentes, de un movimiento supuestamente unificado, reflejaron un mosaico de interpretaciones, motivos y experiencias, enlazados únicamente por la convicción del fraude electoral.

A mi paso encontré licenciados en derecho, estudiantes de psicología, burócratas, artistas, jóvenes de calle, mineros y maestros. Jóvenes de Michoacán, Guerrero y el Distrito Federal. Todos hablaron de sus compañeros, de los talleres y las actividades culturales, del dominó y el futbol, de las lluvias, del desánimo que les arrancaba las ganas de seguir, de las injurias, de su molestia, del recuento, del fraude.

Las motivaciones para estar ahí fueron diversas. Algunos eran afiliados al PRD y Convergencia, otros se acercaron porque fueron representantes de casilla y encontraron irregularidades, otros acompañaban a su familia, algunos más trabajaban para diputados locales de su estado y ‘los mandaron al plantón como representantes’, unos más decían creer que López Obrador era la única salida. También la forma de su participación variaba: la psicóloga daba asesoría a las personas, el abogado daba cursos de oratoria, el pintor hacía retratos para los compañeros, otros simplemente veían pasar el día sentados, observando la ciudad, jugando dominó y cuidando las pertenencias de la nueva comunidad. La organización se hacía por turno, pues la mayoría conservaba sus actividades cotidianas. Mientras algunos permanecían en los campamentos, otros iban a sus trabajos y escuelas. Entre todos se alimentaban, aunque –por supuesto- no faltaron las exclusiones o las riñas por un bolillo o una pechuga de pollo.

También los frutos del plantón fueron variantes. Para algunos, vivir en tiendas de campaña con el ‘loco’ (un perro callejero al que pintaban consignas en pro de Andrés Manuel) exacerbó su nacionalismo. “Nunca antes me había sentido tan mexicano como ahora”, me explicó uno de ellos. Para otros, el plantón fue solo el inicio de las manifestaciones a lo largo de todo el país. Algunos más encontraron en el plantón una buena oportunidad para visitar la ciudad de México y “agarrar el colmillo para saber defenderse en su lugar de origen”. Unos cuantos más encontraron una nueva forma de vida, hicieron amigos entrañables, estrecharon lazos entre familias, se anexaron al partido o se decepcionaron del todo. Nuevamente, la diversidad hizo presencia y las conclusiones son todo menos absolutas. El movimiento supuestamente unificado, que movilizó a cientos de miles a favor de una candidatura, me demostró que en política toda división es artificial.

La necesidad más urgente
Una pregunta subyace a este texto. ¿Por qué queremos saber lo que la población, jóvenes o ancianos, piensan? ¿Por qué nos debe interesar?

Al final, el plantón, las elecciones, los partidos, las marchas y las organizaciones terminan. Lo que se queda son sus miembros. Miembros que no caben dentro de definiciones simplonas diseñadas desde el escritorio. Por eso es necesario echar mano no solo de encuestas y sondeos sino de actividades que nos permitan mirar de cerca, con matices, con relieves. Es imprescindible hacer un esfuerzo por conocer al otro y expresar las diferencias. Solo así podremos generar empatía, comprendernos como sociedad, constituirnos como una verdadera comunidad plural y democrática. Solo así podremos hacer a un lado las divisiones artificiales que la política genera.

Wednesday, November 08, 2006

Aclaración (atenta y pertinente)

Despistado lector:

Para su conocimiento, seguramente he leído muchos menos libros de los que usted cree, visto muchas menos películas de las que usted cree, escuchado muchas menos canciones de las que usted cree, visitado muchos menos lugares de los que usted cree, y amado a muchas menos mujeres de las que usted cree.

Después de todo, los charlatanes no sólo se encuentran en los mercados o en las aceras. También los habemos en la internet.

Por eso no espere demasiado de mí.

... O tal vez, todos seamos charlatanes.

Yo, al menos tengo suerte. ¿Y usted?

Tuesday, November 07, 2006

A Cortazar

Hay que leerlo en desorden... y en el baño.

... o al menos así lo hago yo

... y que no venga un fama a recriminarme!

Wednesday, November 01, 2006

Volver y agonizar

Almodóvar tiene un estilo propio. Sus historias, su lenguaje cinematográfico, incluso sus actrices han logrado un sello claramente distinguible. El cine de Almodóvar es, sencillamente, de Almodóvar. No hay más. No hace falta conocer toda su filmografía, como no hace falta haber escuchado demasiado de los Beatles o haber admirado más de un cuadro de Dalí. Trazos, acordes y escenas son fácilmente reconocibles, hasta para el lego.

Hable con ella y La mala educación, sus dos anteriores películas, transpiraban en la pantalla la esencia de Almodóvar. Una esencia que algunos considerarán lugar común: mujeres fuertes, travestís, la sensación de que algo hace falta en la vida, la desgracia, el abuso, el llanto. Pero que no deja de ser su mejor expresión.

En una entrevista reciente el director confesó haber reflexionado hace poco tiempo sobre su obra. “¡Pero qué cantidad de travestís hay en mi cine! ¡Qué cantidad de heroinómanos y de directores salen! ¡Qué cantidad de ellas hablan sobre mi madre!”. Continúa: “Pues no hago ni una película más en la que salga un director, un heroinómano, un travestí, o mi madre.” Todo para resignarse al final: “decidí que mis películas serían las que se me ocurriesen.

Eso es Volver. La película en que Almodóvar rompe con sus dos películas anteriores, tan solo para volver a sí mismo. El intento por renovarse, o por volver a sus inicios. Pero, desafortunadamente, el Almodóvar de Volver no es el mismo de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. La exigencia para un joven director de 29 años en 1980 no puede ser la misma que para el laureado fenómeno cinematográfico de 2006.

Volver es, ante todo, un homenaje a la maternidad, uno de los fantasmas de Almodóvar. La Abuela Irene (Carmen Maura) expresa el luto del autor. Un luto que no comienza a serlo y ya se convierte en chacotería. Un personaje que se encuentra en la medianía entre el drama y la comedia, que no termina de convencer, que, a fin de cuentas, no deja de ser sólo una pantomima.

Ni qué decir de la actuación pasadera de Penélope Cruz en el papel de Raimunda, con una mirada llorosa sostenida durante toda la película, con total incapacidad para expresar algo más que no sea debilidad. O la historia mal aprovechada de Paula, la nieta/asesina de su padrastro/abusador que parece olvidar un intento de violación, el desencanto sobre su propio padre y el engaño de su abuela.

La película tiene todos los elementos trágicos para hacerla un gran drama, pero Almodóvar nos pifia con una comedia simplona.

Muchos artistas pasan gran parte de su vida buscando y definiendo un estilo propio. Al conseguirlo, algunos intentan cambiar aquello por lo cual han trabajado toda su vida. Almodóvar no lo necesita, pero parece intentarlo.

Monday, October 30, 2006

Instrucciones para un domingo afable

El domingo existe para descansar. Así lo instituyó El Creador. Y, después de todo, quién soy yo -despistado lector- para retar sus instituciones (ahora de moda).

No todos siguen los preceptos del Señor. Hay criaturas desobedientes que hacen ejercicio, asisten a la iglesia de su preferencia o trabajan en labores burocráticas. Yo no. Yo obedezco y descanso. Detengo mis labores cotidianas y espero paciente el comienzo de una nueva semana. Pero hasta en el descanso hay divergencias, hay quien duerme, quien lee, quien va a museos y quien recorre la ciudad. He aquí mi propuesta.

  1. Duerma hasta bien entrado el día.
  2. Despierte al estrógeno parlanchín con algún jugueteo cariñoso.
  3. Asista usted a la librería más cercana, así sin bañarse, no sea usted tan pulcro, hojee algunos libros, vea algunos discos, permanezca sentado en algún sillón y escuche atento las charlas de los paseantes.
  4. Acuda al tianguis o mercado sobre ruedas más cercano. No es difícil localizarlos, pues generan ruido, basura, tráfico y bloquean calles y avenidas. Si tiene usted problemas para hallarlos, pregunte, no olvide que “preguntando se llega a Roma.. o a la Roma”.
  5. Ya en el mercado, siga usted la corriente. Camine desgarbado, con un paso lento y la mirada atenta a cualquier oferta textil. Deje espacio entre la persona de adelante y usted, no sea que le sorprendan con alguna parada repentina provocada por un antojo (visual o gastronómico).
  6. Si “el hambre arrecia” ubique el puesto de comida más concurrido. Ya sea de quesadillas, barbacoa, cochinita pibil, tostadas, birria, mixtotes, carnitas o cualquier otro alimento. Cerciórese de la limpieza del lugar. Tampoco sea usted exagerado, recuerde que está usted en la calle. ¡No se ponga exigente!.
  7. Si los precios del mercado le parecen aceptables, puede usted aprovechar para comprar fruta, verdura, queso oaxaca (si, donde hay desmadre), pollo, carne, hígado, y así evitar los precios del Wal-Mart. Cuídese de aquellos ‘marchantes’ que se sienten gringos por los precios. Regatee. De peso en peso, al final alcanza para el helado, las jícamas o la sandía picada. Pruebe todas las frutas que le ofrezcan. Dele una oportunidad al mameyero, o a los jitomates cherry, o al melón. No se arrepentirá.
  8. Continúe con el paso desgarbado. Tontee. Tenga paciencia. Tarde o temprano, la nueva semana comenzará y usted tendrá que volver a andar con prisas, comer rápido y desesperarse por las demoras. Hoy no. Hoy despreocúpese.
  9. Regrese al hogar.
  10. Prenda la televisión, abra un libro o mire al infinito. No importa la actividad que haya elegido, al cabo de unos minutos, volverá a quedar dormido.
  11. Después de dormir la siesta para descansar del ajetreo matutino, tome una ducha. Solo o acompañado según sea su preferencia. Nuevamente, hágalo con calma, no se apresure. Tarde lo suficiente como para disfrutar, pero no tanto como para que se termine el agua caliente.
  12. Salga a pasear. Tome un café, o simplemente camine en alguna plaza pública o en la calle. Evite las plazas comerciales.
  13. Cene usted en algún restaurante. No abuse. Recuerde el irritante pero delicioso almuerzo. Escoja una ensalada o algún restaurante natural.
  14. Regrese al hogar y tiéndase sobre el sofá o la cama. No se preocupe por el tiradero o los pendientes, ya habrá tiempo mañana.
  15. Déjese consentir hasta quedar profundamente dormido.

Thursday, October 19, 2006

Pa' los putazos

En el cruce de Benjamín Franklin y Patriotismo me topé con un vendedor ambulante. Con dos pares de mini-bates de beisbol en las manos se acercó a la ventanilla y con una sonrisa me dijo: "Ay pa' los putazos joven. Tan bien macizos".

No pude sino recordar historias recientes de violencia automovilística. Hagamos a un lado el hecho de que los autos pueden ser un arma en sí mismos. Eso no nos basta. Ahora debemos armarnos con bates, chaco, tijeras, o boxers.

A Sousa le rompieron la naríz recientemente. Federico vió a una señora amenazante con un cuchillo en mano y un señor con otro bat de beisbol. Yo vi una persecución, chaco en mano, de un par de transportistas.

Parece que la metáfora de la ciudad como jungla, deja de ser metáfora.

¿Algún día venderán dardos envenenados, escudos de piel de rinoceronte curtida o pintura hecha de insectos para preparanos a la guerra?

Este post es pura madre. Pero tenía que contar lo de los chacos y los bates. Para otro día dejaré lo de los cigarrillos en buzones.

Wednesday, September 27, 2006

Oestrogène pipelette

Dícese de aquella persona de sexo femenino caracterizada por cambios de humor constantes, arranques repentinos de locura, inestabilidad emocional, alteración desorbitante, llanto frecuente y un parloteo sin fin.

A simple vista es imposible identificarles. Pero al cabo de unos días -o semanas- de constante comunicación, la 'oestrogène pipelette' presenta un patrón de conducta fácilmente reconocible.


Instrucciones para identificar una 'oestrogène pipelette' (3 versiones):

Versión I
1. Emita usted un halago, piropo, o su similar, acerca de la belleza de la posible 'oestrogène pipelette'.
2. Permanezca en silencio.
3. Si ella responde: ¡Ay, ¿y ahora por qué me dices eso? Que molesto!... entonces
Ella es una 'oestrogène pipelette'.

Versión II (después de la versión I)
1. Omita usted cualquier halago, piropo, o su similar, acerca de la belleza de la posible 'oestrogène pipelette'.
2. Si ella dice: ¡Ay, ¿y ahora por qué no me dices nada? Que molesto!... entonces
Está ud. frente a una 'oestrogène pipelette'.

Versión III (después de I y II; nunca falla)
1. Emita ud. un mínimo comentario sobre el arreglo físico de la posible 'oestrogène pipelette'.
2. Si ella es una 'oestrogène pipelette', no debe ud. guardar silencio durante los siguientes 30 minutos. Si lo hace, aténgase a las consecuencias.
3. En caso de que ella no sea una 'oestrogène pipelette'… mmm… seamos honestos: ¡¡¡esa posibilidad no existe!!!


Esp: estrógeno parlanchín.

Thursday, September 21, 2006

Quejas y reclamos

Llega una mujer con aire indigenista a la librería donde ahora paso parte de la noche. Digo indigenista porque viste uno de esos vestidos largos que venden en los mercados (y que me recuerdan a mi madre), lleva un chal color gris y una trenza larga con listones de colores varios a manera de corona sobre la cabeza. Es una de esas personas que uno llamaría 'ridícula' sino fuera por marcos, el ez, el reclamo indigenista y la corrección política.

La señora -indigenista y ridícula- se dirige a la zona de la librería dedicada a los discos. Toma un par de audífonos, comienza a escuchar. Solicita al joven atento de dicha sección una silla. El joven la trae. Ella se sienta. Vuelve a poner los audífonos sobre su cabeza (estorbados por la corona ridícula) y escucha. Pero no le basta con solo escuchar. Grita: ¡Extraordinario! ¡Fabuloso!

La señora -indigenista, ridícula y escandalosa- lleva 40 minutos escuchando un disco y obliga al amable joven a cambiar de disco.

La señora -indigenista, ridícula, escandalosa y exigente- me sonríe.

La señora -indigenista, ridícula, escandalosa, exigente y fea- se ofende.

La señora -indigenista, ridícula, escandalosa, exigente, fea y ofendida- se larga.

... los besos de extraños nunca son bien recibidos.


Bebo y Cigala de fondo. ¿Cómo puede un lamento ser tan melodioso?


Llega una mujer un tanto despeinada (de esas que suelen visitar bibliotecas y librerias) al mostrador, perceptiblemente molesta. Se planta frente al cajero.

MD: Joven: hace como 3 semanas vine y compré este libro.
J: Sí señora.
MD: El problema es que al libro le faltan 13 páginas.
J: Señora, seguro fue una mala broma del editor. ¿Las hojas faltantes son del principio o del final del libro?
MD: ¿¡Cree ud. que si las hojas fueran del principio, habría yo tardado 3 semanas en venir!?
J: Señora, yo no soy nadie para juzgar la velocidad de su lectura. Pero dígame, ¿qué quiere que hagamos?
MD: ¿Cómo que qué quiero que hagan?
J: Pues sí señora. Podríamos escribir las páginas juntos. ¿Me deja ver el libro? No me dijo si las páginas faltantes son del final.
MD: Mire joven, no se haga usted pendejo y cámbieme mi libro.
J: Señora, no me hago pendejo, y no le puedo cambiar el libro, porque está muy maltratado. Por eso necesito saber si las páginas eran del principio o del final.
MD: Joven, a usted le vale madres si las páginas estaban en el principio, en el final, en el medio o intercaladas. Si eran pares o nones. Si estaban juntas o separadas. Con un carajo, ¿eso qué importa?
J: Señora, le pido que deje de maldecir y se controle...
MD: Soy de Veracruz y estoy emputada!
J: Señora, yo soy de Sonora y me estoy emputando!
MD: Bueno, bueno, está bien. Tiene ud. razón. ¿Por qué es tan importante si las páginas faltantes son del principio o del final?
J: Mire señora, si las páginas son del principio, entonces el faltante es mínimo y podemos dar por terminada la conversación. Si las páginas son del final, entonces puede ser que el autor decidió terminar ahí el libro. En ambos casos, me sorprende que ud. tenga la certeza de que al libro le faltan exactamente 13 páginas. ¿Ya lo había leído antes, o cómo llegó a esa conclusión?
MD: Mmmm... tiene ud. razón. No había pensado en eso. Pero no. Las páginas que faltan están intercaladas.
J: ¿Y cómo sabe que son 13? ¿Es usted supersticiosa?
MD: Por que las conté. Estúpido.
J: Señora, otra vez me está agrediendo.
MD: Soy de Veracruz!!!
J: Y yo de Sonora.
MD: Bueno ya, me va a cambiar el libro o no?
J: Mire señora, es mi deber decirle que en los libros con descuento no hay cambios ni devoluciones.
MD: Ay cabrón... no mames. Ni que fueran calzones!
J: ... además este libro está todo manoseado. Pero si quiere puede ud. pasar, buscar el libro y leer las 13 páginas que le faltaron.
MD: ¿Y eso de qué me sirve?
J: Ahhh, ¿no las quería leer?
MD: ¡Claro que las quería leer!
J: Pus ahí está.
MD: Bueno, dónde está el encargado de quejas.
J: Soy yo. ¿Tiene ud. alguna queja?
MD: En qué chingado mundo vive ud.? Quién es su gerente?
J: Ya salió seño, los jefes salen temprano siempre.
MD: Mmmta....
J: Si, ¿qué cabrones no?
MD: Sí, así son todos.
J: De hecho es apenas mi cuarto día. Pero mi jefe, que en realidad es jefa, tenía que ir por su bebé a la guardería y me dejó encargado... la muy pendeja.
MD: Joven, no sea malo. Entienda a su jefa.
J: Entiéndame ud. a mí.
MD: ¡¡¡Entiéndame ud. a mí!!!
J: ¿Y yo por qué?
MD: ¿Nunca ha comprado ud. algo defectuoso, que necesite un cambio?
J: Si.
MD: Pus ahí está... compréndame!
J: ... quise cambiar una televisión que compré y no me la cambiaron. Y me trataron mal. Y me enojé y la aventé y salí furioso del pinche Liverpool.

... La señora avienta el libro y sale furiosa.

Tuesday, September 19, 2006

Empleos apasionantes III

No acabo de entender cuál es el trabajo de esos pequeños hombrecillos color cafe .

Su peculiar atuendo no termina de ser ni ranchero (por las botas) ni deportivo (por el silbato) ni rebelde (por la moto y la cadena), pero -eso sí- atemorizan cual rebeldes, reciben mentadas cual árbitros de futbol y dirigen ganado cual rancheros.

No está claro si aparecen para resolver un problema de tránsito o para provocarlo. Es imposible determinar si fueron ellos o nosotros quienes llegamos tarde. Pero algo es contundente, su presencia implica perder una buena cantidad de tiempo detenido en el tránsito.

El trabajo no parece ser muy complicado, basta con ponerse un uniforme aburrido, silbar continuamente, aletear y abanicar sin gran coordinación. Prestar oídos sordos y estar atento a cualquier chispazo de racionalidad para apagar el fuego.

No tengo tantas ganas de escribir, pero este blog lleva un rato solo.

Monday, August 28, 2006

Huir

Es común considerar la huída como un acto de cobardes.

Varios dichos lo confirman: "Mas vale aquí corrió..."; "emprendió la graciosa huida"; o "No huyas, ¡cobarde!".

Los sinónimos lo reafirman: fugarse, evadir, desertar, escabullir. Me remiten, casi de forma natural, a fugarse de la cárcel, evadir la responsabilidad, desertar de la escuela, o escabullirse por una rendija. En cualquier caso no son verbos que uno quiera escuchar de sí mismo.

Supongamos ahora que el verbo aplica para alguien que se marchó de su país. Huyó de su patria. Dejando a su familia, a sus hijos, a su amada... Es un cobarde.

Yo vivo con un cobarde. Un cobarde que huyó de su patria, dejó su familia, su hijo, su amada.

Ayer me dijo: "Huí de la guerra. Era inaceptable matar a los míos"

Huir me ha parecido, hoy, el acto más valiente.

Wednesday, August 23, 2006

Fraude electoral

El fraude impera en nuestra sociedad... y en mi oficina. He aquí el relato:

Frineé: Villi ya hizo pruebas, y domina el formatito.
Considero que una persona se ocupe de hacerlo y enviarlo (ya en formato Web) a todos los demás para que se incluya al final del monitoreo, para que no tengamos formatos distintos. Ponganse de acuerdo a ver si se dividen esta actividad por día, a la semana... o que alguien siempre se encargue de hacerlo. Me avisan?

JC: Pues si ya domina el formatito, para que desperdiciar la habilidad y la experiencia???
Yo propongo a Alejandro Villarino para que se encargue del cuadrito!!! Quién se suma a su candidatura?


Carpy: yo merol

Vero: A favor!!!!

JC: Estamos a 2 votos de una candidatura de unidad!!! =)
Ahorita voy a operar para conseguir los votos restantes...


AV: Estimados compañeros,
El egoismo nunca ha sido una de mis características. Por tanto, les invito a acudir a mi cubiculo para la correspondiente asesoría en el formato. Estoy seguro de que todos estarán ansiosos de igualarme en habilidades y experiencia.
No obstante, mi espíritu democrático me obliga a aceptar el honorable cargo. Acepto gustoso, por el periodo de una semana.


JC: Propongo que el encargo de Villarino sea vitalicio!!!

F: Habemus enviador para el primer periodo!!!!!!!

Lot: Apoyo la propuesta!! Villarino a cargo permanentemente!

Mari: hijole me voy a oir ñoñisima y los opositores de villarino me van a odiar,pero ya que yo no hago seguimiento diario, les puedo ayudar con eso, siquieren... Si lo aceptan: Villarino, me deberás una cara! jaja

Vero: Considero que nuestro candidato (Villarino) es el que cumple con el perfil requerido, por lo tanto mi voto no se modifica!!!! Lo sigo apoyando

F: Andenle mafiosos, pa que se les quite... una heroína!!!!!!

A.V.: Estimados compañeros,
En verdad aprecio su apoyo. No obstante, mi vocación democrática me impide asumir el cargo en forma vitalicia.
Y, por loco que parezca, pero evidenciando -una vez más- mi lucha democrática. Estoy dispuesto a ceder el poder a esta pobre muchacha proveniente de las filas calderonistas. En atención a sus demandas. Así sin más, sin recuentos, sin plantones.

JC: No somo opositores, sino promotores.
Y no es justo que te sacrifiques sólo porque es compañero generacional Mari...
Mejor unete a la banda que apoya a Alejandro Villarino!!! Alejandro Villarino, la banda está contigo!!!

Carpy: Marimar, no estamos en contra del compañero y futuro enviador vitalicio... De hecho lo único que estamos haciendo es darle un espaldarazo... Nuestros correos son solo una muestra de aprecio y apoyo. Para correos en contra del compañerismo que esta H. Dirección tiene, deberías remitirte a los correos enviados antes de que Frineé se fuera de vacaciones en contra de mi persona... pero eso ya ha quedado atrás... Es hora de que el liderazgo de Villarino en estos momentos de grán dificultad sobresalga...
VAMOS VILLARINO!!! EL PUEBLO ESTÁ CONTIGO!!!! Eres nuestro rey filósofo de los envios noticiosos!!!

A.V.: Cállense chachalacas!

JC: Ves como tienes lo que se necesita para ser lider de pueblo?

Carpy: No trates de desvirtuarte, nosotros estamos conscientes de tus capacidades.

...

JC: En virtud de que ha transcurrido el período para impugnar la designación de Alejandro Villarino Arenas, como encargado del "cuadrito de noticias":

Me congratulo al informarles que su encargo como elaborador vitalicio del "cuadrito de noticias" iniciará a partir del jueves 24 de agosto de 2006. Si falta a la responsabilidad que se le ha conferido, que la patria se lo demande (a patadas)!!!

Felicidades Alejandro!!!
Si se pudo!!! Si se pudo!!!
Alejandro!!! Villarino!!! La banda está contigo!!!


Vero: ¡Muchas Felicidades Alex!
"Las grandes obras son hechas no con la fuerza, sino con la perseverancia"
Efectivamente, la banda está contigo...


Carpy: Estimado Villarino,
Como alto representante de la Broza, quiero decirte que también nosotros estamos contigo. Así como lo afirma la compañera Vero, estás destinado a hacer grandes obras (o más bien muchos cuadritos informativos).


A.V.: Estimados,
El Lic. Juan Carlos Sousa Gordillo, alias "El profe", ha echado a andar la maquinaria electoral a mi favor.

Quiero insistir en mi caracter democrático, a favor del Estado de Derecho. Y, al no encontrar las condiciones de competencia satisfechas: a) equidad, pues era claramente superior a mis contrincantes; y b) legalidad, por la intervención de la maquinaria de "el profe". He decidido no aceptar la designación.
No obstante, debido a la madurez política y altura de miras que me caracterizan, decidí preparar el camino para la Lic. Marimar Suárez, quien -a partir de mañana- tomará asiento en la Silla del Águila.
He de aclarar que la designación no ha sido azarosa; toma mi lugar una mujer preparada, responsable, puntual (y con mejor promedio que un servidor)... ah, y más guapa. Sin vínculos con "el profe", o el "pelele de la derecha" de la Dirección de Información.
En fin, les aviso de los próximos actos de resistencia civil que comienzo el día de mañana: a) no cambiar garrafones de agua; b) no darles chicles; c) no responder al nombre de Hamsterino; y d) portar un moñito rojo en el calcetín izquierdo para demostrar mi estado de protesta permanente.
No al fraude electoral!


Carpy: Lic. Sousa,
Usted sabe si uno se puede autoimpugnar?


JC: Compañero Carpy:
Jurídicamente es improcedente la autoimpugnación (bajandolo a carretonero, es como escupir hacia arriba). Por lo cual debe ser sobreseída.

Monday, August 14, 2006

15 Minutos

  • duran los cortos en el cine.
  • duraba el intermedio hace unos años.
  • son tolerables en una espera.
  • tardo en ducharme.
  • Fox arreglaría Chiapas.

  • tardé hoy en llegar a mi trabajo... y fuí felíz.

Monday, August 07, 2006

Un secreto bien guardado


Nadie que conozca ha resistido la tentación de googlear su nombre, el de su pareja o el de algún conocido. Confieso que la primera vez que lo hice (en realidad lo hicieron por mí) fue cuando mis colegas de la universidad buscaron fotos de mi exnovia en internet. (La susodicha confesó recientemente haberme googleado también) Como era de esperarse, no encontraron nada.

Parte de mis labores cotidianas en el trabajo consiste en googlear nombres. Esta vez no es de conocidos, parejas o personajes desconocidos, sino de diputados y gente que labora en el gobierno. La tarea es fastidiosa y desesperante. Pero es mi chamba y no me quejo.

Hace poco no resistí la tentación y me googleé. La búsqueda me indicó que existen muchos otros Villarino, en muchos otros lugares del planeta. Pero hubo un hallazgo realmente importante.

En Argentina, en el camino de los 7 lagos. A 50 Km. de San Martín de los Andes y a 65 Km. de Villa la Angostura, existe un lugar llamado Lago Villarino. La Hosteria, del mismo nombre (www.hosteriavillarino.com.ar), como todo lugar turístico parece realmente encantadora. El slogan no podría ser mejor: “En Villarino se vive, en el resto del mundo se vegeta.”

Es extraño encontrar lugares que se llamen como tú. Lo mismo debe sucederle a las Nancy que visitan una pequeña provincia francesa de la cual tengo reciente conocimiento. También la he googleado. Y ahí existen un museo de Bellas Artes (no tan Bello como el mexicano), un acuario/museo, y una plaza (como en todas las ciudades europeas) llamada Stanislas.

Por alguna extraña razón, ha surgido en mí el deseo de visitar ambos lugares. En busca de historias nuevas… o recuerdos.

Monday, July 31, 2006

Mur

Los muros nos indignan. Fracturan el espejismo de la tolerancia. Amordazan las ideas. Restringen nuestro pensar.

El problema es que no todos lo entienden. No importaron ni China ni Berlín. Israel construye un muro. Estados Unidos también. Cercar, sitiar, aislar como panacea. Una panacea provadamente equivocada.

El Otro Muro de Simone Bitton evidencia lo anterior. El documental exhibe la cerrazón implícita en el muro de Cisjordania. La transfiguración del paisaje natural por el hormigón grisáceo. El analfabetismo de las autoridades israelíes. La generosidad y compasión de quienes asociamos naturalmente con el odio.

Pero es ingenuo pensar que los muros necesitan ser de hormigón para existir. Es ingenuo pretender que los de hormigón son los más peligroso. Como siempre, aquellos que construimos sin percatarnos, los de todos los días, son los que generan el peligro permanente.

Después de la indignación, Bitton nos da aliento. Los muros, con todo y la tecnología, las púas y las patrullas, son permeables. No todo está perdido.

Tuesday, July 25, 2006

Ser ordinario

El día de hoy el periódico reforma sacó un especial titulado "Chambas inusuales". Algo similar a mis "Empleos apasionantes".

Es triste cuando te das cuenta de tu ordinariedad, o de la vulgaridad de tus ideas. Más en esta época en que todos buscamos algo de originalidad.

En una de mis películas favoritas, Garden State, Sam, la protagonista dice necesitar de momentos de originalidad. Estos consisten, simplemente, en ponerse de pie y hacer algún movimiento extraño, un ruido, un gesto. Tal acción, dice ella, le devuelve la certeza de su originalidad puesto que nadie más ha hecho tal gesto, ruido o movimiento extraño previamente.

Tal vez necesite uno de esos momentos. Pero hay mucha gente en la oficina... y no tengo puerta.

Thursday, July 06, 2006

Después de las elecciones

Dos cosas hizo bien el PAN este año.
a) La primera fue descalificar a su adversario.
La campaña del miedo funcionó. Todo indica que Calderón será presidente y, personalmente, no creo que sea por su personalidad, por sus promesas o por su partido. La campaña en la que calificaban a Andrés Manuel López Obrador como un "Peligro para México" mostró su eficacia y, por un márgen mínimo, el PAN se mantendrá en Los Pinos.

Durante los últimos 6 meses me dediqué a desmentir tal campaña. Ante la arenga y la descalificación irracional, respondí con argumentos que falseaban el supuesto populismo.
Ahora comienza el escenario que -según la campaña panista- es el ideal para Andrés. Ahí dónde (para ellos) es realmente "peligroso".
Pero hoy, no avisé al político flemático y calculador, con la oratoria exacta para la movilización. Hoy se presentó un Andrés con el rostro desencajado, fuera de sí; asustadizo y temeroso. Hoy, después de 5 años, se terminó su sueño.
El público perderá interés en su persona. Los mítines se irán vaciando. Las instituciones mostrarán su fortaleza. El PRD tomará sus curules y se hará a un lado. Y el peligro se extinguirá sin siquiera haberse mostrado.
b) Plantear la elección como un punto de inflexión en la vida del país.
Fox llegó a la presidencia como el gran salvador. Él nos salvaría de las tepocatas y víboras prietas del pasado. Así como Felipe nos salvó del "mesías tropical". Las tepocatas, simplemente, evolucionaron en pejelagartos.
Tomemos las cosas con calma y esperemos la mesura (que le faltó durante toda la campaña) de que tanto alarde ha hecho Calderón.
Ojalá que aprendamos pronto que los 'grandes hombres' no caben en la normalidad democrática. Resignémonos pacientemente a la lentitud del diálogo, a la mayoría estrecha, al avance escaso.

Monday, July 03, 2006

Cosas que no debo olvidar enseñar a mis hijos

1. Llorar cuando estén tristes

2. Tocar el piano para aliviarse

Wednesday, June 28, 2006

Miradas eternas

Para B.

Escribe Miller en Trópico de Cáncer:

"... y miraba partir el tren, el tren que se la llevaba: ella estaba asomada a la ventana cuando salí de Nueva York, y tenía la misma sonrisa triste e inescrutable en la cara, esa expresión de última hora con la que se pretende comunicar tantas cosas, pero que es solo una máscara desfigurada por una sonrisa vacía"

Es una lástima que la tecnología nos haya robado el rostro que provocan las despedidas. Ahora estamos a tan solo unas horas de cualquier lugar en el mundo, a una llamada de celular para escuchar la voz anhelada, o a un vil mensaje para leer a nuestros cómplices.

Ya no están la eternidad de los viajes en tren, la incertidumbre del nuevo mundo, la separación absoluta que provocaban las fronteras.

Ahora, esa sonrisa triste e inescrutable tan solo existe ante un féretro o ante el amante que deja de serlo.

Pero tal vez no esté tan mal eso de la tecnología. Después de todo, uno no desea ver muchas de esas miradas en la vida.

Tuesday, June 27, 2006

Tic...

Llevo casi 3 semanas con un tic en el ojo izquierdo.

El primer día fue muy molesto. Casi no podía leer en la computadora, me sentí fuera de lugar y me dolió la cabeza. Dejé pasar un par de días hasta que decidí llamarle a mi "doctora de cabecera/mejor amiga" para preguntarle qué ocurría con mi visión.

¿Por qué los doctores hacen preguntas tan difíciles?
Por fortuna, en esta ocasión, no se refirieron a mis 'obras mocosas, firmes o aguadas' sino al movimiento ocular involuntario. ¿Es para arriba y abajo o hacia los lados? ¿Va hacia la naríz o hacia la oreja? ¿Es en la parte superior o inferior? En fin, después de unos minutos de introspección pude describir mi malestar y recibir la recomendación médica adecuada.

Después de más de 2 semanas (y más de 15 pastillas de Dolo-Neurobion Forte), el tic continúa. He seguido las recomendaciones al pie de la letra. He dormido más, ya cambié la graduación de mis lentes, tomé el medicamento... y el maldito tic sigue ahí. Mis amigos dicen que es tensión y stress, pero yo no entiendo de qué puedo estar presionado o stressado.

En los últimos días ha venido a mi mente el recuerdo del abuelo de mi mejor amigo. Un chancero anciano (como todos los ancianos) que compartía sus historias de vida con sus nietos y el amiguito de siempre. El querido Ricardo, también tenía un tic que siempre causó intriga en mí: conforme hablaba, echaba los hombros para atrás de manera serena pero constante, casi rítmica.

A tan solo tres semanas, me he resignado a mi tic ocular. Seguramente seré un anciano igualmente chistoso y también tendré mi tic....

Aunque ahora recuerdo una imagen intencionalmente borrosa que dice: La falta de sexo nubla la vista.

Tonto de mí. El sexo lo arregla todo.

Friday, May 26, 2006

Explicaciones

He aquí la explicación (no solicitada) de mi abandono de la fe...

Después de todo, prefiero ser buena persona.

La fe y las montañas
Al principio la fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios.
Pero cuando la fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía.
La buena gente prefirió entonces abandonar la fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio.
Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de fe.
Augusto Monterroso

Confidencialidad

La semana pasada activé mi password para checar mi cuenta en Banamex a través de internet. Y (mi mala memoria es de sobra conocida) ahora la he olvidado. Insisto: mi mala memoria es de sobra conocida, pero tampoco es sencillo recordar todos los passwords que garantizan mi confidencialidad:

correo del cide, correo de hotmail, correo de yahoo, de el polemista, estrategia total, cuentas en bancomer, banamex, hsbc, banorte, cuentas de reforma, new york times, new york review of books, london review of books, letras libres, proceso, blogger, slate, además de la clave de mi compu de estrategia, de la laptop, de la banca por teléfono, nips (para atm) de todas las cuentas anteriores y otros (que tampoco recuerdo o ya he perdido).

Además de las estúpidas preguntas clave que siempre son difíciles. Tampoco suelo recordar las respuestas o si eran con mayúsculas, sin mayúsculas o, si había respondido con mentiras para despistar.

Ahora los passwords tienen doble dificultad. Tienen que ser alfanuméricos!!! Mi estrategia anterior era utilizar solo números, pero ahora los bancos me lo impiden.

Un problema más. Supuestamente, uno podría escribir toda esa información confidencial en algún lugar, pero... y si lo pierdes o te lo roban? Entonces tendrían acceso absolutamente a todo!!!

Lo mejor sería andar por la vida sin confidencialidad, desnudo y sin dinero.

Tuesday, May 16, 2006

Comida saludable

El tráfico de la ciudad de México nos lleva a cambiar nuestros hábitos de vida. Pasar una hora en el automóvil provoca que los conductores opten por realizar actividades habitualmente llevadas a cabo en el hogar en su medio de transporte individual. De este modo, es común ver a las mujeres pintarse o peinarse en el auto, a los hombres anudarse la corbata y, sin distinción de género: tomar el desayuno.

El ingenio es tal que en los carriles centrales de periférico (con una velocidad promedio de 10 km por hora) algunas personas venden jugo de naranja con tapita y popote para prevenir los accidentes. Incluso existe el combo: jugo y sandwich por 15 pesos.

Pero hay automovilistas que no son tan arriesgados. Dudar de la limpieza con que se elaboran los sandwiches o se sirven los jugos es también habitual entre los capitalinos. Y ante tal incertidumbre, los más conservadores aseguran el origen de su alimentación: su nariz.

Una de las prácticas más comunes del homo automovilis es hurgar su nariz mientras conduce. Gracias a los beneficios del (supuesto) anonimato, el homo automovilis se siente con la libertad de explorar sus fosas nasales cual yacimientos petrolíferos. Con regularidad asombrosa (2 cada día) me encuentro con narices violadas por dedos índices, medios y meñiques (nadie utiliza el pulgar o el anular). Mostrando la ineficacia de los dichos maternos sobre 'la prohibición de introducir objetos extraños en oidos o nariz'.

Todos lo hemos hecho y solo nos escandaliza en público. Después de todo, el que esté libre de haber degustado la acidez de un moco (a los 5 o a los 45 años)... que arroje la primera piedra!

El verdadero problema no es que hurguen sus narices o que olviden que sus cristales no están polarizados. Sino que al senitrse observados, festejen su hallazgo y lo presuman... y lo saboreen enfrente de un ciudadano asqueado que, arriesgadamente, optó por la incertidumbre del sandwich.

Thursday, May 04, 2006

Susurros cinematográficos

Algunos libros clásicos se venden en ediciones comentadas. Un ejemplo es la edición de El Príncipe de Maquiavelo comentada por Napoleón Bonaparte. Dicen los que presumen de saber que el libro era una relectura constante del emperador y que sus comentarios han sido recuperados para tales ediciones.

Hay mucha gente que escribe en los libros. Los comentan. Hace poco leí un artículo de Luigi Amara sobre los libros de segunda mano y sus estimadas notas in situ, como susurros. Personalmente, detesto los libros comentados, o subrayados, o con café. A diferencia de Amara, los libros me gustan limpios, sin dobleces o notas irrelevantes.

Al igual que en las películas: me gusta el silencio, la obscuridad, no las interrupciones. Pero, a diferencia de los libros, los comentarios son inevitables. Supongo que es como una mala jugada del destino o una conspiración en mi contra o un compló. Siempre que voy al cine, hay una persona lo suficientemente cerca como para escuchar sus murmullos.

Con el tiempo he aprendido a ser tolerante con un tipo de comentarios. Debido a que el cine que más frecuento ha sido considerado un 'cine de viejitos', la falta de audición en algunos espectadores es más que obvia. La sordera tiene un efecto doble en tales personas. Por un lado, evita que escuchen los diálogos de la película. Por otro, provoca que lo que para el sordo es un susurro, sea un grito para todos los demás.

Tal característica los lleva (especialmente a los hombres) a preguntar con frecuencia a la dama que los acompaña: "¿Qué dijo?" o "¿Y esa quién es?". Ante lo cual, la dama responde con la explicación en un volumen intencionalmente alto (porque sabe lo inútil de los susurros frente a su compañero). Insisto: ahora los tolero, no sé si lo hago por empatía, por lástima o por simple costumbre, pero lo hago. Y al escucharlos sonrío a la dama que me sirve de cómplice.

Sin embargo, hay un tipo de comentario que no tolero aún. Este proviene, generalmente, del perspicaz y sesudo espectador. El que, justo antes de que se resuelva el crimen, dice lo obvio. Lo que llevamos una hora y media esperando que suceda sentados junto, detrás, o delante de él. El que a media película dice (también para que todos lo escuchen): 'ése es el asesino' o 'le está poniendo el cuerno'.

Ayer encontré un nuevo tipo de comentario que tampoco tolero. El del grupo de amigos que babea y zizea cuando aparece Scarlett Johansson. Los susurros: 'sabrosa' o '¿y no querías venir?, güey' son, por mucho, peores que la sordera senil.

Tal vez tengan razón quienes dicen que soy un anciano en cuerpo de niño... y por eso pertenezco a Casa de Arte.

Sunday, April 30, 2006

Nota de Eva

Una nota final de Schopenhauer sobre las mujeres, (para provocar reacciones entre las despistadas lectoras):

"Las mujeres son toda su vida niñas, solo tienen ojos para lo más cercano, se quedan pegadas a lo actual, toman las apariencias de las cosas por las cosas mismas y dan prioridad a pequeñeces sobre los asuntos importantes."

"Así [como inferiores] han visto los antiguos y los pueblos orientales a las mujeres, y por ello han reconocido cuál es la posición que les corresponde mucho más correctamente que nosotros con nuestra trasnochada galantería a la francesa y nuestra veneración de ellas, carente de todo gusto, que es el culmen y el non plus ultra de la estupidez cristianogermánica y que solo ha servido para hacer a las mujeres tan arrogantes y faltas de escrúpulos que a veces nos recuerdan a los monos sagrados de Benarés, que en la conciencia de su sacralidad e inviolabilidad se permiten todo."

Y (para aparentar equidad) algo sobre los hombres:

"La mayoría de los hombres no son capaces de otro uso de su intelecto [que el consistente en ponerlo al servicio de la voluntad]. (...) Esto es precisamente lo que los hace tan secos, lo que les da su seriedad animal y los torna incapaces de mantener conversaciones realmente interesantes; hasta en su mismo rostro se aprecia lo corto que su voluntad ata al intelecto."

El arte de insultar

Últimamente me han llamado pesimista con gran regularidad. Lo soy y me gusta. Creo que el pesimismo es más útil y tiene muchos más frutos que el pensamiento de aquellos que creen que todo va bien, o que se conforman con las cosas como están, o que prefieren no pensar para no deprimirse (nuestro honorable Presidente incluido entre los últimos).

Hace algunos meses compré un libro de Arthur Schopenhauer titulado 'El arte de insultar'. Schopenhauer era un gran pesimista y hoy lo recordaron en un programa matutino de televisión. En dicho programa se discutió arduamente sobre las opiniones del autor sobre las mujeres, así que decidí reproducir algunas críticas, reprobaciones, amonestaciones e insultos del escritor pesimista sobre:

a) La felicidad

"En este mundo donde no existe estabilidad de ninguna clase, donde ningún estado es duradero, sino que todo se halla inmerso en un torbellino de incesantes cambios; en este mundo donde todo se apresura, todo vuela y se sostiene como sobre una cuerda floja, mediante continuos pasos y movimientos; en un mundo así, la felicidad no es ni siquiera pensable. No puede habitar allí donde no hay lugar más que para el 'constante devenir y nunca ser' de Platón. Nadie es feliz, sino que tiende durante toda su vida a una supuesta felicidad que rara vez alcanza, y cuando lo hace, es solo para experimentar un gran desengaño: por lo general, todos acabamos naufragando, y si llegamos a puerto es con la nave desarbolada."

"Las cabezas de la gente son un escenario demasiado miserable como para que la verdadera felicidad pudiera tener allí su sitio."

"Conseguir algo anhelado significa darse cuenta de que es vano."

b) Dios

"Lo que con más fuerza clama contra la tesis de que el mundo es la obra bien hecha de un ser omnisciente, bondadoso y a la vez omnipotente, es, por un lado, la miseria que rebosa, y por otro, la patente imperfección e incluso burlesca deformidad del más acabado de sus fenómenos, el hombre. En cambio, este y otros ejemplos están en consonancia con nuestra doctrina y servirán como pruebas de ella, puesto que concebimos el mundo como la obra de nuestra propia culpa y, por tanto, como algo que sería mejor que no existiese."

c) Las cabezas pequeñas

"Se puede decir que hay tres clases de autores. Primero, los que escriben sin pensar: escriben de memoria, basándose en reminiscencias o incluso copiando directamente de otros libros. Esta clase es la más numerosa. En segundo lugar, los autores que piensan mientras escriben: piensan para escribir, y son muy frecuentes. En tercer lugar, los que ya han pensado antes de escribir: escriben solo porque han pensado. Son muy escasos."

"Lo que realmente les falta a las inaguantables mentes cotidianas de las que el mundo está lleno hasta reventar son dos capacidades estrechamente emparentadas entre sí, a saber, la de juzgar y la de tener ideas propias. Pero ambas les faltan en un grado del que quien no se cuenta entre ellas no puede hacerse idea fácilmente, y por ello tampoco de la tristeza de su existencia, del fastidio sui, quo laborat omnis stultitia [repugnancia de sí misma que aflige toda necedad]. De ahí se explica (...) la suerte que corre lo auténtico y verdadero cuando aparece entre semejante gente. Toda literatura y pensamiento reales son en cierto modo un intento de ponerle a gente pequeña una cabeza grande: nada tiene de particular que semejante empeño difícilmente salga bien."

Thursday, April 27, 2006

Crónicas franeleras

El problema con el estacionamiento continúa. Pero ahora ya soy cliente. Un amable 'franelero' me guarda un lugar todos los días por la nada cómoda cantidad de 20 pesos. Después de todo, el arreglo no es malo, equivale a tan solo una hora de estacionamiento (por la zona) o a 3 horas de parquímetro.
El día de hoy quise negociar mi cuota de estacionamiento, de 20 a 15 pesos. El amable joven me contó de las cuotas que le cobran los policías para no llevárselo a la delegación. Pregunté por qué y la respuesta es sencilla: por estacionar los carros en las entradas y estorbar el tránsito. La cuota que él tiene que dar es de 20 pesos por patrulla, y pasan 5 al día. El resultado de la negociación es obvio. A partir de mañana pagaré mi cuota sin reclamos. Por lo pronto tengo un nuevo conocido 'influyente'.
Por cierto, los lugares de la embajada -aunque no estén ocupados- no deben ser ocupados. Hasta ahora no ha estallado ninguna bomba, pero la grúa ha retirado a varios.
Sigo triste por el prejuicio.

Tuesday, April 25, 2006

Prejuicios post-11 septiembre

En mi trabajo existe un grave problema con el estacionamiento. Las calles están repletas y he llegado a gastar hasta 40 minutos buscando un lugar (Sin mencionar que he 'encerrado' a más de dos). Se supone que tendré una pensión, pero por lo pronto tengo que gastar alrededor de 20 pesos diarios y rogarle a los 'franeleros' que me cedan algún lugar.

El día de hoy ya llevaba 3 vueltas alrededor de las calles en las que suelo estacionarme cuando de pronto, vi un lugar. Parecía caído del cielo, como si la Providencia lo hubiera reservado para mí. Al acercarme, noté que sobre la acera habían dos de esos 'aparta-lugares' color amarillo con candado que utilizan las embajadas. Pero el lugar estaba libre.

La embajada era de algún país árabe, no alcancé a notar cuál. Decidí abandonar el lugar pensando que se podrían molestar y, por ende ser algo 'agresivos' con mi pequeño carro. Seguramente, si hubiera sido cualquier otro país -España, Uruguay o algún país africano- me hubiera estacionado. Pero los prejuicios -aparentemente inexistentes en mí- me hicieron retirarme.

Me siento triste. No soy inmune a la basura post-11 septiembre.

Wednesday, April 05, 2006

Empleos apasionantes II

El conserje de baño

Rara vez reparamos en la existencia de este individuo. Es aquel servidor amable que permanece junto al lavabo dispuesto a proveernos del papel para secar las manos y que, en ocasiones, tiene una canastilla con servicios diversos como hilo y aguja, peines, mentas y botones.

El conserje de baño es similar al sacerdote. Ambos escuchan nuestra mierda. Y la limpian. Así, generamos complicidad. Nunca he sido católico, pero supongo que el rostro de quien sale del confesionario debe ser similar al del usuario satisfecho. Al cerrar la puerta, las ‘penas’ quedaron atrás y uno se siente limpio y tranquilo.

Por su parte, el sacerdote lo sabe todo. El conserje también. Ambos podrían gritar a los cuatro vientos lo que hacemos en privado. Pero su discreción mantiene las bases de nuestra sociedad.

Hace poco, en una reunión de amigos, hablábamos de los baños y las actividades que en ellos realizamos. Surgió una anécdota sobre la ocasión en que alguien tapó el baño de una casa ajena durante una fiesta. La culpa de su ‘pecado’ lo obligó a permanecer dentro del baño, acarreando agua y bombeando hasta ‘expiar sus culpas’, el tiempo que su acompañante -aburrida- tardaba en fumar 2 cigarrillos.

Imagine el despistado lector la misma escena pero en un baño público. ¿El individuo en cuestión habría tardado tanto tiempo ‘expiando sus culpas’? No. Simplemente hubiese salido de la puerta que separa el w.c. de los lavabos, con una sonrisa de satisfacción, una sensación de solaz, y fingiendo no ser un tapa-baños.

En mi opinión, la presencia del conserje se debería limitar a los baños de gran tamaño. Puesto que en los lugares más pequeños intimidan.

Recuerdo con precisión a un conserje de baño, en la cantina Montejo (Baja California y Benjamín Franklin), donde el baño es realmente pequeño. Después de 4 cervezas, la necesidad apremiaba y me conduje con serenidad hacia dicho cuarto. Abrí la puerta. Un lavabo de frente con un gran espejo, sobre la pared de la izquierda dos mingitorios y a la derecha una puerta (del w.c.). Todo en un cuarto de no más de 5 x 4. El detalle: un amable conserje de baño de pie esperando y mirando al infinito.

Ese día me sentí como anciano impotente. La sola presencia del conserje me impidió orinar. Nunca había ocurrido. No sé si él lo habrá notado. Después de todo, tan solo permanecí frente al mingitorio, fingiendo, sin que se escuchara el salpiqueo característico de esos momentos. Después, subí el cierre, me lavé las manos y tomé de sus manos la hoja de papel reciclado.

Al igual que la mujer adúltera, anhelo su silencio.
Pero, por si las dudas, nunca he vuelto a la Montejo.

Cuando las cosas si salen como querías

La gente:

  • se alegra
  • te felicita
  • te invita una copa
  • se siente orgullosa de ti
  • te invita una cena

Y tú:

  • eres contento
  • y disfrutas los buenos deseos

Friday, March 24, 2006

Acabar proyectos

Hoy, a las 3 de la mañana, terminé el proyecto en el que había trabajado el último año y medio...
Durante todo este tiempo ese proyecto fue la excusa perfecta. Cuando no tenía ganas de salir con mis amigos, cuando no quería ir a trabajar, cuando me preguntaban porque no ganaba más dinero o cuando me decían porque me levantaba tan tarde, la respuesta era sencilla: Estoy- trabajando-en-mi-tesis!!
Hoy ya no tengo excusa perfecta. Tendré que inventarme otro pretexto. O cambiar... y salir con mis amigos, ir siempre a trabajar, levantarme temprano y quejarme de algún mal salario.
Creo que la sociedad no nos enseña qué hacer cuando terminamos algo. Al menos a mi no me lo enseñaron. Todos dirán que debo estar contento y orgulloso (conozco personas que se refieren a su tesis como hijas) pero no lo estoy. Ahora no sé que sigue.
Es una sensación extraña. Supongo que es como cuando ves a una mujer y te atrae. Te acercas. La conoces. Salen un par de veces. Llegan a la cama. Terminas. Y después no sabes qué sigue. (La sociedad tampoco nos enseña qué hacer después de un orgasmo) Te sientes extraño. Ella quiere un abrazo. Y tú prefieres una ducha.
O tal vez estoy escribiendo tonterías. La sociedad dice que me debo emborrachar. Eso hacemos los mexicanos para festejar.
Ya sé. Tomaré una ducha. Compraré el whisky mas caro (para odiar la resaca y que nunca se me vuelva a antojar) e iré a festejar al ángel.

Thursday, March 16, 2006

Anular el voto

El pasado domingo fui a votar.

La boleta impone. De pronto me encontré solo en aquella casetita blanca con la mente y la boleta electoral en blanco. No importaron las fobias partidistas ni cuántos razonamientos previos haya elaborado, menos aún las sorpresivas mejoras a las vialidades cerca de mi hogar. La confusión rondaba y la indecisión me abrumó. Anulé mi voto.

La gente asume el voto como una responsabilidad ciudadana. Así lo demuestran las campañas en contra del abstencionismo. Aquella campaña de: 'está muy lejos la casilla'... si amá, pero está más lejos la frontera; busca impulsar el voto y expone al abstencionista como el mayor de los irresponsables (incluso peor que el ingenuo cruza-fronteras).

Mi interpretación del abstencionismo no es esa. El abstencionista es simplemente la ostentación física del analfabetismo de la clase política. Es decir, los candidatos son tan poco creíbles y las campañas tan poco eficaces que no generan ni un mínimo de interés en el ciudadano para asistir a las urnas. El abstencionista no es un irresponsable, es tan solo un desinteresado.

Aunque parezca algo simbólico e ingenuo, anular el voto es también una opción y es distinto que abstenerse.

La marca en mi pulgar izquierdo demuestra mi interés. Y mi boleta anulada, mi insatisfacción.

Tuesday, March 14, 2006

Cuando las cosas no salen como querías

La gente:

  • dice: "bienvenido al mundo real"
  • te recuerda lo mucho que te quiere
  • te manda besos
  • te invita a comer
  • te recuerda tus palabras de hace unos meses, cuando dijiste que no pasaba nada, que había que esperar
  • dice que algo mejor vendrá
  • dice que "el Señor" no quiso

Y tú:

  • tan solo esperas que sea una mala broma del cabrón de Recursos Humanos.

Monday, March 13, 2006

Ventajas y Desventajas

Para B.
Pasados seis meses, los manuales dicen que es necesario un balance. Aquí van las principales consecuencias de tener como pareja a una mujer guapa y encantadora:
I. Eres 'el feo' de la relación.
II. En los restaurantes los meseros te atienden rápido.
III. Las meseras no.
IV. Tus sobrinos están celosos de tí.
V. Tu familia piensa que 'no te la mereces'.
VI. Los hombres te miran con recelo.
VII. Y se preguntan: Pero... ¿qué le ve?
VIII. Las mujeres te miran con interés.
IX. Y se preguntan: ¿Qué tendrá?
X. El queso extra de los nachos en el cine es gratis!! (solo si ella va sola a la dulcería)
XI. Los ancianos permiten que les pagues la cuenta y ellos te dan su efectivo.
XII. Desarrollas una sensación antes desconocida: los celos.
Si además consigue trabajo en Radio Fórmula con entradas gratis al cine, teatro y demás actividades culturales; está dispuesta a mantenerte; y lee constantemente tu blog... entonces: yo de aquí no me muevo!!

Saturday, March 11, 2006

Letras malditas

Hace no mucho tiempo había en periférico un espectacular de una escuela de idiomas que decía: el cine se ve, no se lee. Tristemente, las letritas son imprescindibles para el cine.

Recuerdo cuando de pequeño mi madre me llevaba a los cines Vallarta. Las fantasías animadas de Disney no contaban aún con el doblaje profesional de hoy y por tanto, niños y adultos veíamos las películas en su idioma original. Además de buscar ansioso el lugar donde ‘el señor de enfrente’ no me tapara la visión, tenía que esperar a que mi amable progenitora leyera en voz alta –pero bajita- los diálogos. Solo en aquel entonces pude ‘ver’ el cine. Después aprendí a leer y las cosas cambiaron.

Ahora, ni la mejor fotografìa, ni la mejor actuación, ni las actrices más hermosas me impiden quitar la atención de las pequeñas letras que acompañan a las películas. Ya no digamos las películas asiáticas o rusas donde las letritas son un imperativo. ¡¡El miércoles pasado encontré una película en español con subtítulos!!

Julián dijo ayer que tenemos una precaria apreciación cinematográfica. La necedad por las buenas historias limita nuestra percepción visual.

Creo que parte de la culpa está en esas letras malditas. Independientemente de que entendamos el idioma o no, su imagen es tan seductora que ignorarlas es mucho más difícil que no asomarse al prominente escote de una mujer.

Thursday, March 02, 2006

Preguntas estúpidas

Todo 'buen' profesor universitario comienza el primer día de clases con una (pocas veces apreciada) sentencia contra la inteligencia. 'No hay preguntas estúpidas, compañeros, en mi clase no hay preguntas estúpidas. Tengan la libertad de hacer todas las preguntas que se les ocurran'.

Así se desatan cualquier tipo de inquietudes (estúpidas) entre los estudiantes. Desde el descarado que no leyó la lección y pregunta obviedades hasta el 'pequeño genio' que considera tener la pregunta que el profesor no sabrá contestar. Diría mi madre. ¡Saaaanto Dios!


Al parecer en las escuelas de encuestadores (en todo el mundo), un requisito para los profesores es comenzar así sus clases. (No encuentro otra explicación más audaz) Esto genera una capacidad para salir a la calle y preguntar estupideces a la gente que no tiene límites.

El día de ayer, reforma.com publicó una nota titulada: Vencen 'Simpson' a la Constitución de EU. En sus páginas se lee: "Sólo uno de cada cuatro estadounidenses encuestados pudo mencionar las cinco libertades garantizadas por la Primera Enmienda (libertad de expresión, religión, prensa, reunión y de petición de compensación por agravio). Pero más de la mitad pudo mencionar al menos dos personajes de la familia de caricatura, según el estudio.

La estupidez de la encuesta es de llamar la atención. Pero llama más la atención que reforma.com nos considere a sus lectores tan estúpidos como para publicar algo así. ¿A quién le importa si los ciudadanos (de cualquier país) conocen más sus leyes que los personajes de una caricatura? ¡La respuesta es obvia! ¿O acaso existe un programa de televisión, de transmisión diaria, durante más de 10 años, que contenga como personajes a la Familia Libertad, con sus hijas: Expresión, Religión, Prensa, Reunión y Petición? (vale la pena mencionar que la nota no nos 'ilustra' con los nombres de los personajes de la familia Simpson)

¿Acaso nadie le ha dicho a los encuestadores que para obtener respuestas útiles, hay que hacer preguntas buenas? ¿Alguien podría incluir en su currícula una materia de 'preguntas inútiles'?


Uno de los mejores profesores con los que he tomado clase, comenzó el primer día con una lección muy valiosa. "Cuando tengan una pregunta -nos dijo-, duden en hacerla. Si la pregunta persiste, y creen que es genial, vuelvan a plantearla en su mente. Si después de algunos minutos les sigue pareciendo genial... entonces, por favor, ¡no la hagan!"

Lástima que los ‘malos profesores’ como Mauricio Tenorio sean tan escasos.

Tuesday, February 21, 2006

Curiosidad de amores

La computadora de mi madre se ha vuelto vieja... y lenta. Así es que ahora me pide la mía para checar sus correos.

El domingo lo hizo, y se la presté.

El lunes, al abrir el Explorer, encontré en la barra de direcciones: www.erickestrada.com

El único Erick Estrada que me vino a la mente fue aquél triste símbolo sexual de los ochentas que aparecía en las series gringas con la intención de mostrar su sensibilidad hacia latinoamérica. ¡¡Imagine el despistado lector mi cara al pensar que mi madre -viuda de 64 años- había visitado el sitio de tan singular individuo!!

La primera reacción fue de gusto: ¡mi madre aún tiene deseos sexuales! (por grotesco que se escuche, después de 20 años ¡la señora también tiene derecho a una canita al aire!); pero después de pensarlo un poco, sobrevino el verdadero shock: ¿¿Buscar fotos de Erick Estrada?? ¡Qué mal gusto!

No resistí la tentación. Entre al sitio y... ¡Oh decepción! Son productos de herbolaria.

Mi madre es la misma de siempre.

Sunday, February 19, 2006

Empleos apasionantes I

Todos mis conocidos, en un momento u otro, se han quejado de sus empleos. Los recién egresados, los que decidieron dejar la escuela por un trabajo, los empresarios exitosos, los dedicados al arte, en fin, nadie se salva. Las quejas que me llegan son, principalmente, de 4 tipos:
a) Las más comunes son las económicas. El cotidiano 'no me alcanza con lo que gano' no distingue género, nivel socioeconómico, grado de estudios o tiempo en el empleo. Al parecer, ganes 4,000 o 40,000, ¡el dinero nunca alcanza!
b) Las que tienen que ver con el valor intrínseco de las personas. Los empleados siempre están subvalorados. El también cotidiano 'no me aprecian lo suficiente' y 'yo merezco algo mejor'. O el dicho que se vincula con la queja económica pero no es esencialmente económica: 'mi jefe es más pendejo y gana más que yo'.
c) Los problemas con el medio de trabajo. No sé que ocurre con mis conocidos (supongo que tan solo tienen mala suerte) porque sus jefes siempre son: estúpidos, libidinosos o ambas; sus compañeros: envidiosos, lambizcones y resentidos; y los lugares de trabajo siempre son pequeños, las sillas incómodas, las computadoras lentas, y el ambiente: demasiado caluroso en verano, demasiado frío en invierno, o con un mal olor constante.
d) La insatisfacción personal. Este tipo de queja es subjetiva por definición. Resaltan los reclamos por la falta de tiempo libre, lo tedioso de las labores, la incongruencia entre los estudios y la actividad que desempeñan (por ejemplo, el que estudió electrónica pero conduce un taxi), etc...

Para todo aquél que se encuentra en una situación similar, he decidido escribir, periódicamente, sobre aquellos empleos que encuentro por la ciudad y me parecen detestables. No tengo consideración aquí por las condiciones socio-económicas de sus practicantes, por lo absurdo de sus actividades o la preocupación izquierdo-religiosa del bienestar de la población mexicana. Tan solo describo los empleos con cuatro objetivos previsibles: i) que los quejosos no se sientan solos; ii) que los quejosos se sientan 'por encima' de alguien más y eso les ayude a llevar sus penas; iii) dar a conocer una gama de opciones de empleo mucho más amplia que el chambatel del gobierno; y iv) mofarme -sin explicación y sin tapujos- de otros.
El gendarme de museo.
¿Quién no se ha percatado de la presencia de estos individuos? Para aquellos que no lo reconozcan, es la mujer o el hombre malencarado, con ojos de buho, que parece no tener nada que hacer. Generalmente se encuentra a un lado del aparato que mide algo (no es un sismógrafo -como se suele pensar-, pero no sé qué mide) y solo interrumpe para advertir sobre las normas de comportamiento y percepción particulares del museo. Esa es su función principal.
Personalmente, a cada museo que asisto aparecen para llamarme la atención. Que porque me paso de la estúpida raya pintada en el suelo, que porque hablo muy fuerte, que porque no me puedo acercar tanto a las pinturas incluso sin cruzar la línea, etc... (Aquél que esté libre de pecado que les regañe a ellos en público).
Pienso en los requisitos de admisión para el empleo. El c.v. de tan honorables individuos no debe incluir nivel de estudios o datos personales sino cantidad de regaños recibidos en la vida y algo muy importante: poca tolerancia con los niños. La entrevista debe ser, simplemente, para corroborar la buena visión del solicitante, su mal aliento y la capacidad de importunar al visitante. Todo esto para poder escoger a expertos en aquello de las reprimendas.
¿Puede el despistado lector imaginar un empleo más apasionante? De acuerdo a las 4 quejas recurrentes analizo este empleo:
a) El sueldo es relativamente bajo. ¿Por qué relativamente? Pues porque no requiere años de preparación académica ni un gran guardarropa.
b) El gendarme de museo abarca un vasto número de oficios y profesiones: policía, pues verifica el comportamiento de los observadores; maestro, pues le enseña a uno la manera correcta de observar una pieza; músico, porque en ocasiones se alcanza a percibir un sutil silbido; sacerdote, cuando regaña a las parejitas calenturientas; y hasta es consejero matrimonial de sus colegas. Además tiene la capacidad de regañar a quien se le ponga en frente. De modo que la subvaloración no es para ellos.
c) El medio de trabajo no podría ser mejor. Cuántos empresarios quisiesen tener en su oficina un Rivera, un Orozco o un Soriano. Además, los museos siempre son frescos y tienen los baños limpios. También es pertinente mencionar que los clientes generalmente no son pesados, pues todo el mundo se 'civiliza' al entrar a un museo.
d) La queja tipo 'd' siempre existe, por tanto no la incluiré en análisis subsecuentes.
En conclusión, si el despistado lector se siente frustrado por su falta de poder y reúne los requisitos aquí esbozados, en la ciudad existen varias opciones interesantes. Mis recomendaciones: el Rufino Tamayo y el Munal.

Thursday, February 16, 2006

La marcha de la monogamia

Parece que están de moda los pingüinos. Y con ellos, el reclamo femenino sobre la monogamia. Las inocentes féminas encuentran en esta especie el argumento naturalista que sustenta su anhelado 'hasta que la muerte nos separe'.
Pero, para variar, toman los ejemplos sin contexto.
Según el documental de Luc Jacquet, efectívamente, los pingüinos al llegar a su lugar de nacimiento escogen a una pareja y se aparean. El siguiente año, al regresar, buscan a la misma pareja para aparearse de nuevo. Por ello pueden ser considerados como una especie monógama. Hasta ahora, el ejemplo va viento en popa. Pero señalemos algunos apuntes más.
Primero. Las hembras se golpean y agreden por los machos, quienes tan solo se recuestan sobre el pecho para esperar a la merecedora de sus favores.
Segundo. Los pingüinos solo tienen sexo una vez al año, y con fines meramente reproductivos.
Tercero. Los machos se quedan tan solo 'calentando el huevo' mientras las hembras van y obtienen el alimento.
Cuarto. Si la hembra regresa y el huevo está roto, no hay reclamos ni quejas.
Cinco. Al regresar las hembras, la pareja solo está un día juntos y al día siguiente el macho emprende su camino solo.
Seis. Las hembras, de nuevo, se pelean por los hijos.
Siete. Después de 40 días de ir y venir. La pareja se separa hasta el próximo año.
Conclusión. Si las mujeres están dispuestas a pelearse por nosotros, a traer los alimentos, a pelearse con otras por los hijos y a vernos tan solo una vez al año -sin reclamos, quejas o sensibilidades... entonces discutimos lo de la monogamia!!!

Monday, February 13, 2006

Sordera maternal

Alguna vez tuve la necesidad de dormir en una casa cerca de las vías del tren. A media noche, cual Ásterix, sentí que el cielo se me venía encima: los vidrios parecían a punto de estallar, las paredes se cimbraban, mi cama se movía y todos como si nada. A la mañana siguiente, la amable familia que me hospedaba me hizo la obligada pregunta sobre el descanso nocturno y yo, cortésmente, respondí que había dormido cual infante. -¡Que bueno- me dijeron, porque olvidamos advertirte que a las 2 pasa el tren y mucha gente se asusta!
Algo similar sucede a las madres con sus hijos. Me explico.
La semana pasada me encontraba en un restaurante de cómida rápida. El cuadro es común: un estudiante solitario, con poco dinero, comiendo -por obligación- un pollo mal cocido y con sus apuntes en la mesa. De pronto, a dos mesas de distancia, se sentaron una terna de amigas (entre ellas, no mías) con sus respectivas crías. En menos de 10 minutos aquello era un conjunto indescriptible de gritos, risas, llantos y desentendidos. Uno de los pequeños solicitaba insistentemente la atención de su madre y ella... como si nada. Después comenzaron las acostumbradas peleas de niños, y las amigas... inmutables. Todos los comensales las mirábamos con ojos de desesperación, rabia y misericordia a la vez, y ellas parecían en una dimensión insonora.
Ahora estoy buscando si el embarazo afecta la audición. Eso explicaría muchas cosas, como cuando uno le pide un favor a su madre y ella parece no escuchar, o cuando le toca el claxon a una madre en minivan y ella ni lo percibe.
Mi duda ahora es otra. De pequeño, cuando mi abuela veía la televisión, solía 'descansar sus ojos'. Yo, aburrido de ver la telenovela de moda, me levantaba, sigilosamente, a cambiarle a mis caricaturas. Los problemas comenzaban cuando ella, al escuchar al chirriante Benito, despertaba al instante y le cambiaba de nuevo al canal 2.
Entonces la explicación debe ser mas sencilla. Una de dos. O las madres se acostumbran tanto a las vocecillas demandantes que ya ni las perciben. O las madres escuchan lo que les conviene.

Friday, February 10, 2006

Cambio generacional

Dice el diario de hoy que la zizeante Martha Sahagún dijo ayer en Washington con respecto a la forma de educar a los hijos: "Que hagan lo que ellos quieran, hagan lo que ellos deseen, pero traten de ser siempre los mejores, de ser los mejores."

Recuerdo también cuando mi madre me decía que fuera el mejor en todo. Sin importar lo que quisiera, debía ser el mejor. Sobra decir que mi cándida respuesta solía ser: ¡Sí, seré el mejor barrendero! (Y conozco alguien que deseaba ser la mejor burra)

He escuchado últimamente que las actividades ilegales comienzan a ser una proyección de futuro para los niños. Ahora no se juega tanto al doctor o a la maestra, sino al narco y sus secuaces.

Ante el éxito del narco y los resultados de la corrupción en el país, sería una buena idea que en la "Guía de Padres" que promueve la Sra. Sahagún se añadiera una nota al píe de página que diga más o menos así: 'Diga a sus hijos que hagan lo que ellos quieran, hagan lo que ellos deseen, pero traten de ser siempre los mejores, de ser los mejores'... Y después con letras chiquititas y entre paréntesis: (Siempre que no se encuentre penado por la ley)

Thursday, February 09, 2006

9 Orgasmos

B. permanece sentada en el sillón. No sabe aún si le ha gustado o no, si le excita o le molesta; y no me sorprende. Trazar la línea entre lo erótico y lo porno es complicado. Tal vez el error sea intentarlo.

Como ya es costumbre, el título en español no es preciso para la obra de Winterbottom (9 songs, 2004) pero advierte bien sobre la proyección. 9 orgasmos o 9 canciones, da igual. La premisa: la vida (sexual y musical) de una pareja británico-americana. Así se sencillo, así de incomprensible.

Confieso que siempre prefiero un buen guión. Las historias me atrapan mucho más que la fotografía o la actuación. Aquí no hay tal, salvo un par de templadas frases sobre la soledad en compañía. Todo es visual. Todo es estético. Todo es erótico.

Winterbottom logra una estética que he visto poco. Pasa de una pareja extasiada, a la desértica Antártida, al concierto exquisito de Michael Nyman, para volver a Lisa masturbándose. Son los recuerdos de Matt, cautivado, enamorado, dejado 'tan solo por un año'. Sin contexto, sin explicaciones. Tan solo fragmentos... como la memoria.

La película, como las relaciones, parece incompleta. Delicada y elegante, mucho menos explícita en la historia que en la pantalla.

Finalmente agradezco la longitud (no la del miembro de Matt). La película dura tan solo 70 minutos. El timing es preciso. Es un quickie. Y me recuerda que: si lo bueno, breve... dos veces bueno.

Tuesday, February 07, 2006

Nostalgia de los diarios

No pude soportar la tentación y heme aquí, creando un blog para que el mundo -o la parte de él que habla español, sabe leer, tiene tiempo de sobra y acceso a internet- me lea.
He visitado media docena de blogs y confieso que no me gustan del todo. Entiendo poco de aquellos relacionados con el arte o la ciencia, sin mencionar los porno o los del escritor 'no apreciado/publicado.' Los que más visito (y disfruto) son los de personas que conozco. A esos les perdono todo con tal de enterarme de sus confesiones, deseos y estupideces.
Estos blogs me recuerdan cuando las hermanas de mis amigos llevaban diarios: pequeñas libretitas cerradas con un diminuto candado de plástico que resguardaba los secretos más preciados para nosotros. Ellas, conscientes de nuestra inquietud puberta, tenían el descaro de 'olvidar' su diario en la cama, pero eso si, con el candado perfectamente cerrado. Como el despistado lector se puede imaginar, en algún momento de la vida quise ser cerrajero y tener una de esas llaves que todo abrían. Llaves que nunca necesitamos porque los candados no soportaban más de un martillazo (Sospecho que la empresa que fabricaba sendos diarios quebró por la mala calidad de los candados y la consecuente demanda de una pequeña freak estadounidense). Después del éxito de la profanación venía el castigo maternal y la decepción de ni siquiera encontrar mi nombre en aquel relato infame.
Al parecer esto de los blogs es todo lo contrario. A diferencia de los diarios que se escribían para leerse únicamente por su creador '20 años después', aquí se trata de contarle nuestra vida a otros. Ya no es necesario aparentar con candaditos, esconder la llave u ocultar la libreta debajo de la cama. Ahora buscamos que los demás nos lean, hagan sus comentarios y recomienden nuestro blog. Tal vez por eso es blog y no ciber-diario. En fin, no es momento para una disertación sobre nuestra necesidad posmoderna de atención.
Alguien ha dicho ya que todos tenemos algo de voyeur. Lo más probable es que si el despistado lector ha encontrado mi blog es porque me conoce y yo le dije que lo visitara o tecleó mi nombre -ociosamente- en algún buscador de internet. Si cree que por este medio deseo relatar mi vida diaria temo decepcionarle pues mis deseos de llevar un diario nunca duraron más de 2 semanas y media, pero si espera encontrar quejas sobre el tráfico, anécdotas curiosas o reflexiones interminables entonces no me equivoco... ud. me conoce y no necesita de un martillo para inmiscuirse en mis asuntos.
Para finalizar, unas palabras de aliento. Si se decepciona -como yo- de no encontrar su nombre aquí, no se sienta mal. ¡Al menos a usted no lo castigarán 3 semanas sin jugar Nintendo!