En mi trabajo existe un grave problema con el estacionamiento. Las calles están repletas y he llegado a gastar hasta 40 minutos buscando un lugar (Sin mencionar que he 'encerrado' a más de dos). Se supone que tendré una pensión, pero por lo pronto tengo que gastar alrededor de 20 pesos diarios y rogarle a los 'franeleros' que me cedan algún lugar.
El día de hoy ya llevaba 3 vueltas alrededor de las calles en las que suelo estacionarme cuando de pronto, vi un lugar. Parecía caído del cielo, como si la Providencia lo hubiera reservado para mí. Al acercarme, noté que sobre la acera habían dos de esos 'aparta-lugares' color amarillo con candado que utilizan las embajadas. Pero el lugar estaba libre.
La embajada era de algún país árabe, no alcancé a notar cuál. Decidí abandonar el lugar pensando que se podrían molestar y, por ende ser algo 'agresivos' con mi pequeño carro. Seguramente, si hubiera sido cualquier otro país -España, Uruguay o algún país africano- me hubiera estacionado. Pero los prejuicios -aparentemente inexistentes en mí- me hicieron retirarme.
Me siento triste. No soy inmune a la basura post-11 septiembre.
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