Hoy, a las 3 de la mañana, terminé el proyecto en el que había trabajado el último año y medio...
Durante todo este tiempo ese proyecto fue la excusa perfecta. Cuando no tenía ganas de salir con mis amigos, cuando no quería ir a trabajar, cuando me preguntaban porque no ganaba más dinero o cuando me decían porque me levantaba tan tarde, la respuesta era sencilla: Estoy- trabajando-en-mi-tesis!!
Hoy ya no tengo excusa perfecta. Tendré que inventarme otro pretexto. O cambiar... y salir con mis amigos, ir siempre a trabajar, levantarme temprano y quejarme de algún mal salario.
Creo que la sociedad no nos enseña qué hacer cuando terminamos algo. Al menos a mi no me lo enseñaron. Todos dirán que debo estar contento y orgulloso (conozco personas que se refieren a su tesis como hijas) pero no lo estoy. Ahora no sé que sigue.
Es una sensación extraña. Supongo que es como cuando ves a una mujer y te atrae. Te acercas. La conoces. Salen un par de veces. Llegan a la cama. Terminas. Y después no sabes qué sigue. (La sociedad tampoco nos enseña qué hacer después de un orgasmo) Te sientes extraño. Ella quiere un abrazo. Y tú prefieres una ducha.
O tal vez estoy escribiendo tonterías. La sociedad dice que me debo emborrachar. Eso hacemos los mexicanos para festejar.
Ya sé. Tomaré una ducha. Compraré el whisky mas caro (para odiar la resaca y que nunca se me vuelva a antojar) e iré a festejar al ángel.