Thursday, December 21, 2006

Fiestas Navideñas



Uno nunca termina de entender la Navidad.

... Salvo cuando eres cristiano. Entonces la Navidad adquiere un significado real. No aquél que tiene que ver con un niño, y unas vacas, y unos ángeles, y un pesebre. No.

Me refiero a aquél reproche con el mundo. El que tiene que ver con que "hemos perdido el verdadero significado de la Navidad".

El verdadero significado de la Navidad, cuando se es cristiano, es el del reproche, el de la presunción de sentir que se sabe algo que los demás no. El sentimiento de creer que uno tiene la verdad cuando los demás se equivocan.

Cuando por razones irrelevantes se ha dejado de ser cristiano, esa certeza se ha perdido. La Navidad es, entonces, como un Santa Claus en el metro. Uno no entiende qué hace ahí, o para qué sirve, o adónde va. Tan sólo sientes otros cuerpos apretujados con el tuyo. La incertidumbre del viaje. La pesadez del traje. La irrelevancia de la identidad.

... Hasta que algún pequeño se acerca y te sonríe.

Thursday, December 14, 2006

Little Miss Sunshine

Imagine el despistado lector una familia en la que el padre es un “vendedor de éxito”; una especie de Miguel Ángel Cornejo amateur que lleva sus 9 puntos para alcanzar el éxito a cada área y persona de su vida. El abuelo es un auténtico renegado, adicto a la cocaína, recién expulsado de su asilo por mala conducta, cuyo único consejo es: “Cogerse a muchas mujeres. No sólo a una, a muchas, y mejor sin son adolescentes”. El hijo mayor, lector de Nietzsche, lleva 9 meses sin hablar. El tío, el mejor académico de los Estados Unidos, especialista en Proust, recién dejado por su novio y desbancado al segundo lugar nacional por el nuevo amante de su ex, llega a casa después de un intento fallido de suicidio. La madre, ordinaria y soñadora, como son las madres dedicadas al hogar. Finalmente, la hija menor –Olive-, una niña con aires de belleza que sólo su candidez e ingenuidad le hacen soñar con un premio nacional de belleza.

Ahora imagine a este cocktail de personajes con un solo fin en mente: llegar a tiempo a la competencia nacional de bellezas infantiles en California para que Olive pueda hacer el show que su abuelo le ha enseñado en secreto. El transporte: una van VW amarilla, que sólo arranca en tercera, con el claxon descompuesto y una puerta a medio caer.

El resultado, como no es difícil imaginar, es hilarante. Little Miss Sunshine es una de las mejores comedias del año. Es una comedia inteligente, crítica, coherente, sin aspiraciones moralinas ni sensiblerías cursis.

Al final, Little Miss Sunshine es una película que nos hace reírnos de la insatisfacción contemporánea, donde ni la belleza, ni las drogas, ni la ética del éxito, ni Nietzsche, ni los valores familiares, ni los libros llenan el vacío de nuestra generación. Esa es la gran virtud de la película, regodearse del desazón y la pesadumbre. Robar una sonrisa, en lugar de una lágrima.

Tuesday, December 05, 2006

Reivindicación de la mentira

La mentira goza de pésima reputación en nuestra sociedad. Como el cáncer, las enfermedades venéreas o el mal aliento, la mentira suele ser crónica, vergonzante y apestosa. No obstante, tanto en las parejas, como en los trabajos, y en general, en nuestra vida cotidiana, la mentira está presente todo el tiempo.

Así, al ser cuestionados por nuestras demoras, no respondemos -con honestidad- que nos dio flojera levantarnos; sino que había mucho tráfico. Acostumbramos decir a nuestros padres que vamos a fiestas cuando en realidad dormimos en moteles. Y después, cuando nuestra pareja nos pregunta qué tal dormimos, no respondemos diciendo que terrible por que su presencia encimosa nos impidió descansar; simplemente sonreímos y decimos cariñosamente que muy bien. O cuántas veces no hemos reclamado la garantía de algún producto por supuestas fallas del fabricante que, de antemano, sabemos que nosotros provocamos.

Tal vez la iglesia católica (así, con minúsculas) no ha hecho mal en clasificar a la mentira como un pecado venial. Después de todo, ¿qué hay de malo en decir a un niño que Santa Claus si existe? ¿o que el ratón se lleva su diente y le recompensa con dinero? El pecado, en este caso, no es la mentira, sino la verdad. ¿Puede algún lector despistado imaginar la cara de su padre/madre al decirle que no llegará porque pasará la noche en un motel con su pareja? Y, después de pasada la noche, ¿puede imaginar el desencanto del amante al expresar su insatisfacción nocturna?

La mentira no sólo se encuentra presente en nuestra vida. La sostiene. Imagine, nuevamente, el lector ¡cuántos niños crecerían frustrados si no fuese por ella, cuántos padres desilusionados andarían por la vida, cuántas parejas habrían terminado por culpa de la honestidad y cuántos amantes se habrían quitado la vida!

Mucho tiempo me he preciado de ser un hombre honesto. Incluso ha habido personas a las que lo único que les he prometido es honestidad. Pero ahora creo que la mentira debe ser revalorada.

Por lo pronto, para los policias de la entrada del IFE, soy Licenciado. ¡Para qué desilusionarlos!