Monday, May 28, 2007

Sobre la inseguridad

El sábado me convertí en una estadística más. Después de casi 26 años sin que me robaran en la Ciudad de México, ya me tocaba; y se llevaron el estereo de mi carro y casi toda mi colección de discos.

Es una imprudencia andar con tu colección de discos en el carro, pero como bien dijo una amiga, el auto es una extensión del hogar y por tanto es comprensible que uno tenga objetos de valor ahí.

Es extraña la sensación de haber sido sujeto de un robo. Es absurdo agradecer el simple hecho de no haber estado presente, que no hayan dado "cristalazo", que el robo haya sido mínimo o tener un trabajo que te permita volver a adquirir los bienes ultrajados. ¡Cómo si no se fuera una parte de la vida también!

Decir que lo que más duele de un robo es el valor sentimental de los objetos es de perogrullo. Pero vamos, hay objetos que valen la perogrullada: un disco, un libro, una prenda obsequiada son parte de nuestra vida; de la vida íntima, aquella que nadie debiera atreverse a mirar siquiera. Pero no, llega un bastardo cualquiera y se la lleva. Y nos deja solos, con el recuerdo en la memoria y el sentimiento de impotencia por creer que uno pudiese haberlo evitado.

Thursday, May 10, 2007

Humor involuntario

Hace algún tiempo leí un post muy bueno ("sobre la importancia de ser una dama muy respetable"; en el blog de Mariana.

Ahora, el administrador de mi condominio nos regaló una pieza de humor involuntario que no puedo dejar pasar. Aquí va:

A TODOS LOS CONDOMINIOS

POR MEDIO DE LA PRESENTE LES MENCIONO Y RECONOZCO QUE NO LE HE DADO EL TIEMPO QUE DEBERIA AL CONDOMINIO, Y QUE PUEDON ENTENDER SU MOLESTIA, PERO CUENTO CON UN EQUIPO EFICIENTE QUE ME APOYA PARA DESEMPEÑAR .LA SUPERVISION Y COBRANZA, EN ESTE CASO ES LUIS FERNANDO, YA QUE NO PUEDO VENIR MUY SEGUIDO POR OTROS COMPROMISOS DE TRABAJO, ENTIENDO QUE ME CONTRATARON A MI PERO, CUENTO CON UN EQUIPO DE TRABAJO QUE ME APOYA SIN QUE YO ESTE AQUÍ.

TALVEZ USTEDES PUEDEN PENSAR QUE NO SE HA HECHO NADA AQUÍ, PERO DESPUES DE 4 AÑOS CON LA MISMA CUOTA SE HA HECHO LO SUFICIENTE PARA NO DEJAR CAER EL CONDOMINIO.

DE CUALQUIER FORMA QUIERO PEDIRLES UNA OPORTUNIDAD Y COMPROMETERME A ESTAR MAS SEGUIDO Y AL PENDIENTE DE LAS NECESIDADES DEL CONDOMINIO.

DE ANTEMANO GRACIAS

ATENTAMENTE

SR. FRANCISCO LUCERO

Tuesday, May 08, 2007

Contra Tunick

Reproduzco aquí un texto de Álvaro Enrique publicado en el blog de la redacción de la que forma parte.
Hoy lunes la ciudad de México se volvió a despertar de buenas, lo cual es de por sí insólito, pero más si se considera que es la tercera mañana en que nos pasa en menos de un año.

El récord mundial de encuerados en el Zócalo le devolvió al DF la cara con la que, me parece, más le gusta verse: un gigante tolerante, diverso, alocado y poco entrometido, que pese a sus torpezas y miserias, prefiere no hostigar a quienes hasta hace poco estaban privados de ciertos derechos decisivos.

Todos de buenas: si eres gay puedes ir con el juez y establecer una unión civil; si eres mujer y decides interrumpir tu embarazo, tienes la protección de Estado para hacerlo en las condiciones correctas; si lo tuyo es encuerarte en el Zócalo en nombre del arte, vas y te encueras –aun si no llegaste a tiempo y te discriminaron por impuntual.

En general encuentro irritantes los trabajos de Tunick porque al volverse desafiantemente masivos han terminado por representar lo contrario de lo que pretendían originalmente: suponen la banalización del cuerpo –el último espacio de lo sagrado si el fuerte de uno no es ir al templo-, su masificación. Posar para Tunick es asumir la era Wal-Mart, convertirse a la religión del (mal) café de Starbucks, hacer de las partes nobles unas partes nacas. En fin: identificarse con un pollo de Bachoco.

Aun así, las sonrisotas con las que la gente se arrebataba los periódicos en el puesto de la esquina de la escuela (católica) de mi hijo, terminaron por desmentir la ya ni teórica representatividad de los ultras que ganaron un foro desproporcionado durante el momento álgido del debate en torno a la legalización del aborto: a los chilangos les importa un bledo que 18 mil gordos hagan de su culo un asterisco cuando un fotógrafo les pide que se hagan bolita.

Después de cinco meses

Foto de Herber List
¡Nueva crisis de identidad!



Monday, May 07, 2007

Los altibajos del pene


Es bien sabido que el periodismo en español más rescatable se publica en El País. El día de hoy, Lola Huete Machado publica un artículo titulado "Los altibajos del pene".
Recomiendo, no sólo su lectura, sino su comprensión... ¡Ah, y también la fotogalería!

Thursday, May 03, 2007

Mirar pasar la vida

Tengo síndrome de página en blanco y enojo por la falta de dictaminación de mi tesis; pero aqui va un pequeño intento:

Faffa's es una más de las recomendaciones de Julián. Un pequeño y acogedor restaurante de hamburguesas en la Condesa donde las mesas son llantas de camiones pintadas de verde, las sillas son de varilla de construcción y el arreglo es entre irreverente (con un anuncio de "prohibido pedorrearse" en la pared) y classy.

En Faffa's también venden cerveza extranjera a precios exhorbitantes, sirven unas papas cambray con una salsa picosita exquisita, y hamburguesas con nombres estrafalarios como Alain Delon, Elizabeth Taylor o Clint Eastwood. Supongo que es la versión (semi) fina del puesto clásico de tortas fuera del metro donde la "Gloria Trevi" lleva harta salchicha, chorizo y pierna -aunque no me queda clara la relación entre Clint Eastwood y una hamburguesa (pero eso se puede deber a mi falta de cultura internacional).

El dueño de Faffa's, un anciano aparentemente indiferente ante la vida, y su perro quien se pasea entre las mesas (siempre me asusta), acostumbran sentarse fuera del restaurante a, simplemente, mirar pasar la vida. Una frase curiosa ésta: mirar pasar la vida. Como si la vida fuera una mujer de pechos grandes que se pasea frente a nosotros o un anciano que camina trabajoso y no termina nunca de pasar.

Recuerdo que cerca de la casa de mi madre había un joven (que después se hizo señor) con alguna afectación cerebral. Jorgito -le llamaban- salía todos los días a la esquina de su calle, a mirar y saludar a los paseantes. Autos y peatones le conocíamos, le extendíamos la mano o le hacíamos una seña para saludarlo y él, cortesmente, respondía con un grito o un saludo. Jorgito era un chico temperamental, que a veces nos castigaba con su indiferencia. Muchas veces envidié su condición. Envidiaba la capacidad que tenía para mirar, sin hablar, sin gestualizar; Jorgito sólo miraba y se perdía en sí mismo.

En fin, el sábado Nilbia y yo comimos en Faffa's. Y, durante un largo rato, imitamos a Jorgito, al dueño de Faffa's y a su perro.

Que sensación tan placentera es mirar, simplemente mirar. No hacer nada, más que mirar. Mirar la vida ...Y si lo haces al lado de quien más quieres entonces deberías perderte, y no encontrarte jamás.