Monday, May 28, 2007

Sobre la inseguridad

El sábado me convertí en una estadística más. Después de casi 26 años sin que me robaran en la Ciudad de México, ya me tocaba; y se llevaron el estereo de mi carro y casi toda mi colección de discos.

Es una imprudencia andar con tu colección de discos en el carro, pero como bien dijo una amiga, el auto es una extensión del hogar y por tanto es comprensible que uno tenga objetos de valor ahí.

Es extraña la sensación de haber sido sujeto de un robo. Es absurdo agradecer el simple hecho de no haber estado presente, que no hayan dado "cristalazo", que el robo haya sido mínimo o tener un trabajo que te permita volver a adquirir los bienes ultrajados. ¡Cómo si no se fuera una parte de la vida también!

Decir que lo que más duele de un robo es el valor sentimental de los objetos es de perogrullo. Pero vamos, hay objetos que valen la perogrullada: un disco, un libro, una prenda obsequiada son parte de nuestra vida; de la vida íntima, aquella que nadie debiera atreverse a mirar siquiera. Pero no, llega un bastardo cualquiera y se la lleva. Y nos deja solos, con el recuerdo en la memoria y el sentimiento de impotencia por creer que uno pudiese haberlo evitado.

6 comments:

Anonymous said...

Chale Mano... me pone "re" triste lo de la coleccion de discos... realmente triste... era bastante buena... Si siento feo... si necesitas algunos de este lado del rio, para reponer, luego te paso mi direccion.

Armando Morán said...

Pues sí, es muy insegura la ciudad, pero espero que los hayas respaldado en MP3.

Anonymous said...

Híjoles mi casi estimado, yo no sé que haría ante semejante pérdida!

Si se puede hacer algo, nomás diga qué.

A.V. said...

Podrían regalarme unos discos!!!

Con motivo de mi aniversario o de mi próxima titulación!

Anonymous said...

Pido reemplazar los de Staind, Creed, y todo tipo de banda seudo rockera cristiana. Y de paso te regalo los de la Sonora Santanera y tus favoritos, que van desde los Yoniks, Sin Bandera, Barbra Streisand, hasta Fernando Delgadillo y José Luis Perales, como testigo de este asalto y denunciante de este menoscabo a la intimidad.

Atzimba said...

¡Qué mal lo del robo!

Ahora soy desempleada. Si te hubieran robado unas semanas antes, colaboraría gustosa para reponer un poco esa pérdida. Ahora sólo puedo ofrecerte la piratería: bajar canciones de internet es lo de hoy. Así que te podría bajar un par.


Abrazos,

Atzimba